Madrid, 13 sep (EFECOM).- Los cien principales bancos europeos invertirán más de 3.000 millones de euros para cumplir con los requisitos del sistema SEPA (Zona Unica de Pagos para el Euro), que entrará en vigor en 2008, según se desprende de un informe realizado por la consultoría Accenture.
Con la SEPA, los pagos transfronterizos dentro de la UE tendrán el mismo coste, funcionamiento y periodos de ejecución que los nacionales, mientras que se podrán realizar domiciliaciones bancarias de un país para que sean abonadas en otro.
En el estudio se destaca que las principales entidades financieras europeas invertirán más de 3.000 millones en sistemas de pago en los próximos cinco años para cumplir con la normativa SEPA, cifra que en España se acercará a los 220 millones de euros.
El proyecto supone "un gran reto para Europa y requerirá de fuertes presupuestos de inversión de aquí a 2008", año de entrada de la nueva normativa.
Además, la gran banca española, al estar muy implantada en Latinoamérica, deberá realizar un esfuerzo adicional para unificar sus sistemas de pago con su homóloga europea.
A pesar de la inversión prevista, la consultora señala que sólo el 37 por ciento de la gran banca prevé cumplir con los nuevos requisitos legislativos antes de 2008.
Entre 2008 y 2010, año en el que quedará implantada la SEPA, el sistema actual de cada país coexistirá con el nuevo.
Al igual que otras iniciativas relacionadas, la SEPA es un esfuerzo regulador para simplificar y estandarizar el mercado de pagos en Europa y reducir el número de obstáculos que existen en el procesamiento de pagos transfronterizos, facilitando el acceso a servicios más competitivos.
La SEPA afecta a todos los aspectos de pagos electrónicos, incluyendo pagos con tarjeta, transferencias de crédito y domiciliaciones, afectando -casi por igual- a bancos, procesadores y sus clientes, tanto particulares como empresas.
En el informe se destaca que los bancos de la zona euro prevén gastar más que sus homólogos de fuera de la zona implantar el sistema SEPA en los próximos cinco años.
Las zonas con mayor gasto son el Reino Unido y los países escandinavos (fuera de la zona euro), ya que sus bancos más importantes prevén gastar aproximadamente 300 y 250 millones de euros, respectivamente.
Francia e Italia destinarán 500 millones de euros cada uno y España se acercará a 220 millones, mientras que como promedio, cada uno de los bancos incluidos en el estudió invertirá 23 millones de euros en los cambios a realizar en el procesamiento de pagos a través de ACH (Cámaras de Compensación) y 22 millones de euros en los pagos con tarjeta.
El cambio de producto que supone un mayor reto se derivará de la implantación de la domiciliación SEPA, que permitirá a las empresas girar recibos desde cualquier estado contra domiciliarios residentes en cualquier país adscrito al sistema.
Como media, sólo 7 de las 15 ACH y 7 de los 11 procesadores de tarjeta interbancarios nacionales en Europa sobrevivirán pasado el año 2010.
También cuatro esquemas de tarjeta de débito nacionales de los once actuales existirán de manera independiente en 2010, mientras que la consolidación dificultará la entrada en el mercado a nuevos actores del sector.
Según el socio director de Sistemas de Pago para Europa, Africa y Latinoamérica de Accenture, Antonio Iglesias,"un elevado número de directivos considera que Visa y MasterCard serán los ganadores de todos estos cambios", aunque "tendrán que superar el reto de abrir sus esquemas al mercado y liberalizar el procesamiento de sus tarjetas".EFECOM
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