Empresas y finanzas

Alemania cerrará sus plantas de carbón sin gravar al sector

  • Los ecologistas acusan al Gobierno de venderse
Chimeneas de una central eléctrica de carbón en Cottbus (Alemania). REUTERS

La coalición de gobierno de Alemania acaba de superar una etapa de conflictos sobre política energética que ha durado meses. Después de una larga noche de negociaciones, la canciller Angela Merkel (CDU), el ministro de Economía, Sigmar Gabriel (SPD) y el jefe de la CSU, Horst Seehofer, anunciaron el jueves que el Ejecutivo ha acordado los pilares comunes para alcanzar los objetivos climáticos para 2020.

La buena noticia es que el gobierno se ha comprometido a cerrar las grandes centrales de lignito (un tipo de carbón muy agresivo con el medio ambiente) antes de 2020. El acuerdo significa que 2,7 gigavatios de energía de carbono pesado dejarán de fluir hacia las casas alemanas y que el país "alcanzará su objetivo de reducir las emisiones de CO2 en un 40% en 2020 en comparación con 1990", según fuentes gubernamentales citadas por el Süddeutsche Zeitung. Los 2,7 gigavatios que el Ejecutivo prevé suprimir suponen el equivalente a cerca de cinco grandes centrales eléctricas de carbón, o alrededor de 13% de la capacidad total de la planta de energía de quema de lignito de Alemania.

La mala noticia, al menos desde el punto de vista de los ecologistas, es que los planes propuestos por el partido socialdemócrata (SPD) para multar a los grandes contaminadores finalmente no se aplicarán. Esta propuesta fue rechazada por los sindicatos, las empresas energéticas y los gobiernos locales. En lugar de ello, el gobierno alemán ha decidido que los operadores de las plantas de lignito sean compensados económicamente por la pérdida de este mercado.

La portavoz de medio ambiente del partido Die Linke (La Izquierda), Eva Büllinger, lamentó que el ministro de economía, Sigmar Gabriel "tendrá que llevarse a la tumba su concepto inteligente de impuesto climático. Y en cambio, el gobierno está enriqueciendo a contaminadores como RWE, Vattenfall y Mibra -grandes empresas energéticas-". El pasado mes de marzo Gabriel anunció sus planes de imponer un impuesto sobre las plantas de energía de combustibles fósiles de más de 20 años de edad. La propuesta nunca ha estado bien vista por sus socios de coalición, incluso fuentes de la CDU la describieron como pésima. El Ministerio de Economía explicó que el acuerdo alcanzado esta semana dará lugar a una reducción de 11 millones de toneladas por año en emisiones de dióxido de carbono. El plan de gravamen propuesto por Gabriel habría eliminado al menos 16 millones de toneladas por año.

Las emisiones de CO2 de Alemania cayeron en 2014 por primera vez en tres años. Según el ministerio de Medio Ambiente, la caída se produjo por la expansión de las energías renovables y porque el invierno fue relativamente suave. Las fuentes renovables representaron el 27,8% del consumo de energía en 2014, frente al 6,2% en 2000.

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Comentarios 2

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jall
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En todos los países ocurre lo mismo hay pasta para las eléctricas pero no hay dinero para contratar médicos...luego está Cuba, pobre entre los pobres, primer país del mundo en conseguir erradicar la transmisión del SIDA madre-hijo, chupate esa Teresa.

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1 te has hecho la picha un lio...y ni si quieras has comparao la política energética entre España y Alemania que es de lo que va el tema...!

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#2