
El ping-pong o tenis de mesa está de moda. Varias artistas y deportistas dedicas su tiempo libre a practicar este deporte que se extiende por EEUU. Tal es la pasión por el tenis de mesa que varios negocios han comenzado a incorporar mesas y palas en sus zonas de ocios.
Este juego que siempre fue característico de los garajes y de las casas más pudientes, pero ahra está extendiéndose a los bares, los restaurantes y los hoteles de alta lujo en el mundo entero.
La moda comenzó a extenderse en Estados Unidos hace seis años con la inauguración de SPiN en Nueva York y sus 17 mesas para practicar este deporte, restaurante, bar y sala VIP. Cofundado por la actriz Susan Sarandon, tiene actualmente clubs en Los Ángeles, Toronto y Dubai que ofrecen una cocina de 'la granja a la mesa' con menús que incluyen perritos calientes por 8 dólares y batidos de leche 'Rated R' con alcohol por 13 dólares, además de varias mesas de ping-pong.
Paquetes y ofertas
Este verano, quienes compren el paquete que incluye una mesa de ping-pong con accesorios de alta gama Revolution de Killerspin LLC (5.899 dólares) pueden obtener ofertas especiales para una estancia en Cerdeña, Italia, en Forte Village, que se autoproclama como el único centro de lujo para practicar ping-pong en el mundo. Killerspin, además, desarrollará una academia de tenis de mesa con clases y exhibiciones de jugadores profesionales.
"Se ha puesto de moda", explica el artista Wing Young Huie, cuya Third Place Photography Gallery en Minneapolis exhibe un espacio con una mesa de ping-pong y karaoke. En 2011 proyectó una presentación en diapositivas de sus fotos sobre un muro junto a un lote vacío donde los asistentes jugaron toda la noche usando pelotas que brillaban en la oscuridad. "Conozco a varios artistas que se concentran en el ping-pong durante sus rato libres".
Deporte popular
El ping-pong es uno de los deportes más populares del mundo, juegan unas 300 millones de personas, según la Federación Internacional de Tenis de Mesa. Un récord de 330 millones de telespectadores vieron el campeonato mundial en China que culminó el 3 de mayo, un tercio más que el año anterior.
"Está jugando más gente, interesa más y existe la tendencia de los bares de tenis de mesa", dijo Matthew Pound, gerente de promoción y medios de la federación en Singapur.
Las ventas en Killerspin, con sede en Chicago, que ofrece mesas en su sitio Web con precios que van desde 269 hasta 4.999 dólares, se duplicaron anualmente en los tres últimos años, dijo su fundador Robert Blackwell, exjugador profesional.
Inaugurado a finales del año pasado, el bar Pips Bounce de Portland, Oregón, tiene más de 50 lámparas sopladas a mano con la forma de bolas de ping-pong colgando del techo. Entre sus 10 mesas hay un modelo Stiga Showcort por 20.000 dólares con iluminación de neón incorporada a su plataforma. Al lado de cada mesa, cuelgan canastas llenas de pelotas y los empleados circulan recogiéndolas con redes. El club reemplaza 300 globos rotos por semana.
"Teniendo muchas bolas encima no es necesario realizar tantas pausas", explica Andrew Mattheisen, de 28 años, que juega en el club con su padre. Este jugador asegura que las buenas palas marcan la diferencia una vez que se tiene controlada la técnica.