
Michel Combes y Rajeev Suri, directores generales de Alcatel-Lucent y Nokia, respectivamente, consideran que la fusión de ambas compañías resultará un éxito debido al excelente momento en el que se produce. Ambos directivos confían en el triunfo de la operación, que dará origen al segundo mayor proveedor de equipos de telecomunicaciones, sólo superado por la sueca Ericsson. La firma finlandesa confirmó ayer su principio de acuerdo para comprar Alcatel-Lucent, en una transacción completamente en acciones, que valora a su rival francés en 15.600 millones de euros.
¿Cuál es el origen de esta operación?
Michel Combes: Con Rajeev Suri, nos conocemos desde hace varios años y hemos tenido a menudo ocasión de trabajar juntos. Existe un gran respeto entre ambos. Por supuesto, empezamos hablando sólo nosotros dos. A continuación, los intercambios evolucionaron a nivel de las dos empresas. Compartimos la misma visión de la industria y su evolución. Esta alineación de puntos de vista es esencial para conseguir este tipo de operación.
Rajeev Suri: Todo empezó gracias a la alineación de nuestras visiones estratégicas respecto al futuro del negocio de las telecomunicaciones. Es verdad, es indispensable que se produzca esta sintonía. Vemos el futuro de la industria de la misma manera. El entorno está cambiando. En un mundo hiperconectado, con una explosión del tráfico de datos, las necesidades de nuestros clientes cambian. La propia estructura del mercado evoluciona, con la consolidación que están llevando a cabo los operadores del mundo entero y la convergencia entre las tecnologías fijas y móviles. Debemos ser capaces de responder a ello.
¿Por qué esta combinación entre Alcatel-Lucent y Nokia es la solución correcta?
M. C.: Porque para ganar la batalla de la telefonía 5G, que es la plataforma de la convergencia, habrá que estar presente en todos los ámbitos: banda muy ancha, fijo, IP, nube? y hay que estar dispuesto a invertir masivamente. Es el proyecto del nuevo grupo. Hemos emitido varias hipótesis. Vender parte de nuestros activos, especialmente las redes móviles, formaba parte de las posibles vías para Alcatel-Lucent. Pero no era la solución adecuada ya que, en la era del 5G y de la convergencia, no tiene realmente sentido poseer dos fabricantes de equipos especializados, uno para móvil y otro para fijo. La estructura de esta transacción es el resultado de la estrategia que deseamos llevar a cabo.
R. S.: En Nokia, nos hemos planteado la cuestión de nuestro futuro, de la siguiente etapa. Hemos estudiado varias oportunidades. Ya no es posible estar especializado en un único ámbito, porque te vuelves vulnerable. De los diez primeros operadores mundiales, ocho son convergentes. La motivación de esta fusión, no es una cuestión de tamaño, sino de envergadura en el mercado y de capacidad para ofrecer buenos productos.
Muchas fusiones fracasaron en el pasado. ¿Por qué consideran que funcionará esta?
R. S.: Con Siemens, en 2006, creamos una sociedad común al 50 por ciento (Nokia Siemens Networks, NSN), cuyo gobierno no estaba adaptado para tomar las decisiones adecuadas para el crecimiento. Y no teníamos suficiente efectivo. Nos habíamos juntado por cuestiones de tamaño. En esta situación, realizas compromisos desde el primer día. Con Alcatel-Lucent, es distinto: el gobierno está claro, disponemos de 7.400 millones de euros de efectivo para más adelante, y no actuamos para ser más grandes, sino para enriquecer nuestra oferta y ser más competitivos en el futuro. Además, hemos aprendido mucho de nuestros errores en términos de fusión durante estos últimos años.
M. C.: Lo conseguiremos, la fusión entre Nokia y Alcatel-Lucent será un éxito, porque el timing es adecuado a nivel tecnológico, con la llegada del 5G, y de las expectativas del mercado. Nuestros clientes están listos: junto con los americanos y los chinos, quieren un nuevo interlocutor de talla en Europa. Hace dos años, esta operación no se habría podido hacer, porque no estábamos preparados. La segunda baza es el modelo de gobierno planteado. No creo en las fusiones entre iguales. En estos dos puntos, la fusión Alcatel-Lucent fue complicada: se inició demasiado tarde (ya se había lanzado el 3G) y el gobierno era un puro desastre.
La sede se desplaza a Finlandia, desaparece el nombre, se marcha el jefe? ¿Fue difícil "colárselo" al gobierno?
M. C.: Desde mi llegada, siempre he sido transparente con el gobierno. Siempre les he hablado de mis proyectos. Examinaron los distintos escenarios posibles y llegaron a las mismas conclusiones que yo. La fusión con Nokia es la mejor solución para Alcatel-Lucent, para Francia y para Europa. El Gobierno siempre se ha mostrado muy pragmático. Ha querido asegurarse de que el planteamiento de Nokia se inscribe en el largo plazo. Su lógica ha sido ante todo adecuado"
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