
El brusco agravamiento de la crisis presionó de tal modo las cuentas del grupo BFA-Bankia que el Banco de España dudó de su capacidad para repagar los 4.465 millones de euros recibidos en ayudas con la información contable disponible dos mes después del debut en bolsa, en julio de 2011.
"Se debe resaltar el negativo comportamiento de la cuenta de resultados en este trimestre, que pone en cuestión la capacidad del grupo para generar recurrentemente resultados. La no recuperación de esta capacidad, esencial para la capitalización del grupo, compromete seriamente el cumplimiento del plan de integración y con ello las posibilidades de devolución de las participaciones preferentes por la entidad", relata el organismo supervisor en un informe fechado el 21 de diciembre de 2011 y que analiza los estados contables hasta septiembre de ese año.
El documento, incluido en el informe pericial de uno de los expertos contratados por Bankia, califica como "mala" la solvencia de BFA por esa dificultad para generar resultados, el gran peso de las preferentes en el capital más puro y otros imponderables, aunque justifica que se encontraba en línea con el resto de grandes entidades nacionales. El perito matiza al respecto que un bajo capital de máxima calidad no es sinónimo de insolvencia patrimonial si cumple con el umbral exigible con otros recursos propios.
La evaluación del supervisor, que dirigía entonces Miguel Ángel Fernández Ordóñez, y del que, según el perito, "no hay constancia" que se diera traslado a BFA-Bankia, prevé que los nuevos requerimientos penalizarán su solvencia como la del resto de bancos nacionales. Por aquel entonces, el grupo había superado las pruebas de resistencia europeas y la solvencia excedía las exigencias regulatorias, si bien precisaba 1.329 millones para alcanzar el 9 por ciento Core Tier1 que demandaría la autoridad bancaria europea (EBA) a bancos sistémicos.
El informe encargado a Mansolivar, consultora fundada por el inspector en excedencia del Banco de España Rubén Manso, rebate de forma pormenorizada las tesis de los peritos nombrados por el juez de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, con las que sostienen que Bankia captó 3.069 millones de euros en bolsa con cuentas falsas.
Mansolivar reivindica que las cajas que integraron BFA y el propio grupo nacido de la fusión "eran solventes" y las cuentas con que salió a bolsa reflejan la imagen fiel, sin "errores" contables. En apoyo a esta defensa alega que ni el Banco de España ni la CNMV ni el auditor consignaron lo contrario y que el supervisor bancario juzgó adecuadamente saneados los riesgos. Una argumentación que coincide con la opinión del que fuera director general de supervisión hasta finales de octubre de 2012, Jerónimo Martínez Tello, quien declaró en la Audiencia Nacional que el Banco de España veía a Bankia más saneada que al Santander y BBVA.