
Los juzgados de Plaza de Castilla tienen desde hace varias semanas el informe remitido por el Frob a la Fiscalía Anticorrupción sobre las retribuciones irregulares percibidas por una quincena de directivos de Caja Madrid y Bankia. En este informe, el fondo de rescate ve indicios de que pudieron cobrar de manera irregular 15 millones.
El expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, es el que más dinero recibió supuestamente ilegal. En concreto, 3,5 millones, debido principalmente a la indemnización de 2,72 millones que se llevó tras dejar su cargo a principios de 2010.
Según el documento en el que basa su denuncia el Frob, que ha sido elaborado por PwC, el expresidente de la caja ocultó al consejo de administración y a la comisión de retribuciones el cobro de esta compensación. Todo porque estos dos órganos de gobierno podrían haber anulado la indemnización. "No nos consta la existencia o aprobación en el seno de la entidad de ningún acuerdo" al respecto, sostiene PwC. El informe señala que los emolumentos percibidos por otros directivos a su marcha fueron autorizados por los órganos competentes y en sus contratos, a diferencia del firmado por Blesa, se establecía que éstos podrían anularla.
Los fondos abonados a Blesa se fijaron en un acuerdo de liquidación expedido por el número dos de la caja, Ildefonso Sánchez Barcoj, el 18 de febrero de 2010, apenas tres semanas después de que la asamblea aprobara el nombramiento de Rodrigo Rato como nuevo presidente. El pago realizado correspondía al pacto de sigilo y no concurrencia por dos años, por el que no podía trabajar en otra entidad durante ese plazo. Sin embargo, el informe del Frob asegura que en su contrato no se hace "referencia expresa a ningún método o criterio de cálculo" para la obtención de la indemnización, "lo que podría haber tenido efectos negativos sobre su licitud y validez".
En el contrato de otros directivos coetáneos a Blesa en la caja sí que se estipulaban los criterios cuantitativos para aplicar una compensación económica al abandonar el cargo. El documento de PwC indica que en seis casos, por ejemplo, se establecía una indemnización de seis mensualidades de su sueldo base y complemento personal.
Un año después de que Blesa cobrara, la comisión de retribuciones sí abordó este asunto, en el marco de la memoria de Gobierno Corporativo de 2010. En dicha reunión el exdirector de Recursos Humanos, Federico Navarro, señaló que se liquidó "conforme a un informe jurídico de Sagadoy Abogados".
Sin embargo, existe un correo electrónico en el que un socio de este despacho advierte de que la cláusula de no competencia del expresidente de Caja Madrid planteaba dudas interpretativas y que en el caso de que llegara a sede judicial pudiera ir en contra de los intereses de Blesa. Aún así, el experto de Sagardoy aprobó la metodología empleada para el cálculo.
Eso sí, el informe de PwC indica que no ha tenido acceso a ningún estudio elaborado por Sagardoy sobre este asunto y que sus conclusiones se basan en las actas de la Comisión de Retribuciones del 11 de febrero de 2011.
En este sentido, la firma contratada por el Frob determina que la consulta realizada a este despacho, tres días antes del abono, "podría haber perseguido la evasión de los procedimientos ordinarios implantados por Caja Madrid, y en concreto, el consentimiento y aprobación de este pago (la indemnización a Blesa, por parte de la Comisión de Retribuciones y el Consejo de Administración".
Blesa no fue el único
El expresidente no fue el único que se llevó de manera irregular un salario de Caja Madrid. Entre la quincena de altos cargos de la entidad señalados por el Frob y la Fiscalía aparece el que fuera responsable de Comunicación, Juan Astorqui. Cobró de más 287.000 euros. Y eso que, pese a ello, Astorqui mostró su disconformidad sobre su indemnización y el incentivo a largo plazo cobrado cuando abandonó la entidad, en marzo de 2010. Acudió a la justicia, pero recientemente se ha desestimado su demanda. En concreto, por parte del Tribunal Superior de Madrid.
Las retribuciones irregulares tiene una base importante en los correos corporativos de Blesa. En ellos se evidencia el compadreo de toda la alta dirección y algunos consejeros para percibir mayores emolumentos. En uno de ellos, por ejemplo, el número tres de la entidad, Matías Amat, señalaba sobre al implantación del bonus: "Ahora por lo menos si nos echan tendremos bastante más que los dos años de indemnización". En otro, Barcoj le dice a Blesa, sobre la gratificación extraordinaria: "disfrutemos, por si algún día vienen las vacas flacas...".