Aunque se ha producido una pequeña remontada en la cotización del barril de petróleo, las compañías petroleras de todo el mundo ya están modificando sus estrategias para intentar hacer frente a las pérdidas que les está empezando a provocar la espectacular caída del precio del crudo que comenzó hace unos meses. Toda la información en el nuevo número de la revista elEconomista Energía.
Muchas de ellas han anunciado grandes recortes en sus plantillas, reducciones en el número de proyectos y cierres de pozos. Detrás queda una década de altos precios del oro negro, que les supuso importantes ganancias y les ayudó a ganar cuota de mercado.
La española Repsol no es una excepción y hoy ha anunciado que recortará un 35% sus inversiones en exploración y producción de petróleo para el próximo año con la intención de adaptarse a la caída de los precios del crudo. La petrolera que preside Antonio Brufau ha adoptado un plan de ahorro que consistirá en renegociar los contratos con los proveedores de servicios así como en aplazar la perforación en algunas zonas.
La petrolera ha fijado como objetivo del consejero delegado, Josu Jon Imaz, que dichos ajustes de centren principalmente en el área del Caribe y de los Andes para pasar de una inversión de 3.800 millones de dólares a 2.700 millones en 2015. Asimismo, Repsol también reducirá los costes de la energía de sus plantas industriales.
Reducción en todo el mundo
También es el caso de la británica BG Group, que se está planteando reducir sus inversiones entre los 6.000 y los 7.000 millones de dólares, unos recortes que irán acompañados de una reducción del 10% de su gasto operativo para 2015. En 2014 la compañía ya redujo un 15% su plantilla. Los analistas consideran esta actuación puntual, ya que la puesta en marcha de nuevos proyectos sitúa a la empresa en buena posición para salir del bache.
La canadiense Pacific Rubiales también se encuentra en una situación complicada. Su caída de más de un 60 por ciento en la bolsa colombiana, país en el que tiene una fuerte presencia, ha hecho saltar las alarmas. Además, Pacific cuenta con el problema añadido de una gigantesca deuda que ronda los 5.000 millones de dólares. Aunque la empresa ha hecho público que esta situación no afectará a los 3.100 trabajadores directos de la compañía, sí tendrá consecuencias para los más de 10.000 contratistas con los que trabajan.
También en Colombia Ecopetrol está teniendo problemas. Frente a los gastos y reducción de los proyectos de perforación, la estatal ha anunciado un plan de inversiones para 2015 un 26 por ciento inferior al de 2014, así como un plan de reducción de costes y gastos operacionales por valor de 3.565 millones de dólares. Aunque no se ha pronunciado sobre el número de despidos, podrían haber perdido su empleo 1.500 personas de empresas subcontratistas.
En el caso de las empresas de servicios tenemos a Schlumberger, el mayor proveedor de tecnología de perforación de petróleo y equipamiento americano, que anunció en enero el despido de cerca de 9.000 empleados -el 8% de la plantilla-, debido a que sus clientes han reducido sus presupuestos para perforación. También ha anunciado recortes la compañía suiza de servicios petroleros Weatherford International que, tras registrar unas pérdidas de 475 millones de dólares, planea despedir a un total de 5.000 personas en el primer trimestre del año, especialmente en América y Europa occidental.
Los beneficios de las empresas han comenzado a resentirse, especialmente en el último trimestre, cuando la caída de la cotización ha sido más pronunciada. Es el caso de la británica BP, que ha reducido su beneficio neto en 2014 en un 80% y que en el cuarto trimestre ha registrado pérdidas superiores a los 4.000 millones de dólares, lo que está llevando a la petrolera a recomponer su negocio. Entre las medidas, congelar el sueldo a sus 84.000 empleados y recortar su plan de inversiones para este año en 17.500 millones de euros. En enero también anunció un recorte de 300 empleos en el Mar del Norte.
Reflejo en los beneficios
Lo mismo está sucediendo con otras grandes petroleras como Statoil. La noruega ha obtenido un beneficio neto un 43% inferior al de 2013 -2.500 millones de euros-. En el cuarto trimestre ha registrado pérdidas superiores a los 1.000 millones de euros frente a unas ganancias de casi 2.000 millones en el mismo periodo de 2014. Desde la empresa apuntan que la flexibilidad de su programa de inversiones les mantiene bien posicionados. La compañía reducirá de 17.544 millones a 15.789 millones de euros el gasto orgánico de capital.
Shell ha ganado un 8% menos en 2014 -unos 13.000 millones de euros-, mientras que sus beneficios trimestrales se han hundido en más de un 50%. La petrolera ha anunciado un recorte de 15.000 millones de dólares en el gasto, que implicará la cancelación y el aplazamiento de proyectos hasta 2017, lo que representará una rebaja anual del 14% desde 2014 en relación con la inversión de capital de 35.000 millones de dólares.
Las ganancias del pasado año de Chevron han sido de 17.000 millones de euros -un 10 por ciento menos-, mientras que los beneficios del último trimestre retrocedieron casi un 30%. La petrolera estadounidense ha anunciado que suspenderá todos los programas de recompra de acciones en 2015 como y frena sus planes de inversión en shale en Europa.
El beneficio de la francesa Total ha caído un 62% -4.244 millones de dólares-. La compañía ya ha anunciado que reducirá su plan de inversiones para 2015 en torno al 10%, lo que supondrá menos recursos a sus explotaciones en el Mar del Norte y África occidental y un 30% menos del presupuesto de explotación y también está planteando despidos. La petrolera estadounidense ExxonMobil ha tenido menos impacto gracias a la diversificación de su negocio. Su beneficio anual -28.725 millones de euros-, ha sido similar al del año anterior, aunque sus ganancias en los tres últimos meses de 2014 se hayan desplomado en un 21% -6.500 millones-.
Galp tampoco se puede quejar. La petrolera lusa ha cerrado 2014 con un aumento de sus beneficios netos del 20,2% -373 millones de euros-. De hecho, a pesar de la caída del precio del crudo, la compañía ha obtenido ganancias en todas sus unidades de negocio, desde la exploración y producción hasta el refino y el gas natural.