
La diferencia de legislaciones es un problema añadido en muchas ocasiones a la hora de realizar negocios en otros países. Este ha sido el caso de las filiales chinas de las denominadas big four (EY, Deloitte, KPMG y PwC) que, tras años de conflicto, han sido sancionadas con 500.000 dólares cada una (439.027 euros al cambio actual) por la Comisión Nacional del Mercado de Valores estadounidense (SEC, por sus siglas en inglés).
En particular, esta problemática se remonta al año 2012 cuando la SEC iniciaba procedimientos legales contra estas firmas de servicios profesionales porque los auditores chinos se negaban a facilitar los documentos relacionados con sus trabajos de verificación de nueve empresas chinas que cotizan en Estados Unidos -como la petrolera PetroChina o el gigante de comercio electrónico Alibaba- y estaban siendo investigadas por posibles casos de malversación e ingresos superiores a los que realmente eran.
En su defensa, estas firmas se acogían a la legislación asiática y argumentaban que les estaba prohibido facilitar estos documentos e incluso las autoridades chinas podrían llevarles a la cárcel si llevaban a cabo esta petición.
Deberán colaborar con la SEC
Sin embargo, en enero del pasado año, el juez Cameron Elliot, ordenaba a las big four a suspender sus trabajos de auditoría durante seis meses de las firmas investigadas, amparándose en la legislación estadounidense por la que las compañías de servicios profesionales deben facilitar siempre a la SEC la información que les sea requerida. Así, la SEC comenzó a recibir dichos documentos, gracias a la ayuda de la CNMV china (CSRC).
De esta forma, años después, las big four chinas han llegado a un acuerdo por el que pagarán más de 400.000 euros cada una a cambio de evitar una posible sanción mayor. Además, deberán colaborar con la SEC durante los próximos cuatro años si se produce un caso de posible fraude.