
La computación en la nube ha marcado un nuevo paradigma, favoreciendo el tiempo de puesta en mercado de muchas iniciativas, en especial, para nuevos entrantes en los negocios. Anteriormente, las grandes compañías eran quienes marcaban las pautas del mercado y solamente eran las que disponían de la capacidad y presupuesto para hacer realidad las innovaciones o cambios en ámbito comercial.
¡Ya no es así! El índice de rotación y de vida de una empresa se ha acelerado, incluso se estima que se acorte de tal manera, que en nuestra experiencia como usuarios, las empresas que hoy conocemos como líderes o muchas de las que conforman el mercado actual, es muy probable que en los próximos 20 años no existan ni siquiera.
La informática pasa a ser un producto más que se comercializa en la red, en un concepto por capas o dominios, resultando un producto igual que la electricidad, el servicio telefónico o el gas.Pero no todos consumen el servicio como producto final, sino que utilizan partes de esa estructura generada (por ejemplo, hablamos de la infraestructura o IaaS ?Infrastructure as a Service-).
Se crean así nuevos roles en las empresas para hacer uso de esta nueva modalidad de servicio, siendo el Arquitecto uno de los roles relevantes en el momento de diseñar y decidir qué usar y cómo compaginarlo con el resto de sistemas de la empresa u otros sistemas alojados en otras nubes.
Pero ninguna de las opciones que se analicen estarán exentas de riesgos, en especial con respecto a la seguridad de la información que se maneja y circula por la nube. La seguridad y la privacidad son ¿latas? prioridades que deben considerarse al momento de plantearse el uso de la nube.
En este sentido, los gobiernos están imponiendo diferentes leyes y normativas para amparar y proteger los datos que circulan por la nube.
Por ello, es necesario no solo entender las diferentes posibilidades que se ofrecen para aprovecharse de la nube, sino disponer de una estrategia adecuada y adaptada a cada empresa. Ya sea para potenciar el área comercial o bien fomentar la externalización de servicios.
Desde Bip, colaboramos en la identificación de las oportunidades que pueden ayudar a cada empresa a explotar esta opción que se brinda para todos, pero que no es posible aplicar de igual forma. Aportamos valor en la transformación digital.
En conclusión, los más ágiles y con menos "lastre informático" son quienes están sacando mayor provecho de estas iniciativas, incluso aprovechando los ciclos cortos de maduración de los negocios. Aquí, ¡el pez chico se come al grande!!
Ariel Lunardello, Director Asociado de BIP, Business Integration Partners