
La patrullera neozelandesa HMNZS Wellington intentó a primera hora del miércoles abordar dos pesqueros que estaban trabajando en aguas australes protegidas, aunque sin éxito debido a las agresivas maniobras de evasión realizadas por los dos barcos, que trabajan con bandera de Guinea Ecuatorial pero detrás de cuyas operaciones podría estar una empresa española.
El navío de guerra, de patrulla en aguas del Océano Antártico, solicitó a las dos tripulaciones que accedieran a la inspección, pero éstas se negaron al abordaje verbalmente y con sucesivas maniobras tras las cuales el buque neozelandés renunció a sus intentos.
Según publica la BBC, las autoridades de ese país intentan ahora recabar la cooperación de la Interpol para determinar si los pesqueros trabajan -como sospechan- para la empresa Vidal Armadores SA, una compañía gallega con sede en Ribeira que ya ha sido relacionada en numerosas ocasiones en los últimos años con actividades de pesca ilegal.
"Hemos recogido suficientes pruebas fotográficas de lo que esa gente ha estado haciendo", ha afirmado el ministro de Asuntos Exteriores de Nueva Zelanda, Murray McCully, que ha añadido: "Esto es un crimen internacional y tenemos que erradicarlo".