
La vida en Wall Street es una competición continua. El título de campeón lo levanta el que consigue obtener una mayor rentabilidad con sus movimientos, sea cual sea su estrategia. La equipación para esta competición consta de un buen traje y una buena corbata, mientras que el cerebro es el músculo más importante. Y si estos directores, ejecutivos, agentes financieros, etc. compitieran más allá de sus despachos en una pista de atletismo ¿qué pasaría? Esto es algo que ocurre una vez al año, son las 'Olimpiadas de Wall Street'.
Esta competición se celebra una vez al año en el mes de junio y consta de diez pruebas, una especie de decatlón con varios cambios: se corren 400 metros listos, un lanzamiento de fútbol americano, hacer dominadas, correr 40 yardas, fondos, 500 metros de remo, salto vertical, 20 yardas de eslalon, press de banca y los 800 metros como la prueba de medio fondo.
Esta competición, además, tiene su Usain Bolt particular. Un hombre que a diario se pone el traje y la corbata para trabajar como asistente del vicepresidente de Barclays en el departamento de futuros y trading, su nombre es Mark Rubin y ha ganado este decatlón las últimas tres veces.
La segunda posición ha sido para un amante del triatlón, Jay Li, que trabaja para Trafelet Brokaw, consiguió el segundo puesto tras quedar segundo en los 800 metros, la competición que decidía el resultado final del decatlón. El campeón, Mark Rubin tiene 28 años, mientras que Jay Li tiene 32. Aunque lo cierto es que el rango de edad es muy amplio, en 2014 han competido atletas desde los 22 hasta los 64 años.
Por otro lado, la competición por equipos cayó del lado de JP Morgan. Esta competición se trata de un evento benéfico, que en 2014 ha conseguido recaudar 1,4 millones de dólares que se han destinado para investigar sobre el cáncer y las enfermedades que afectan a la memoria.