
La Sareb ha aprovechado la recta final del año para cerrar la venta de distintos lotes de activos entre inversores mayoristas. El banco malo se ha deshecho en las últimas semanas varias carteras de deuda y pisos de 847 millones, dando un paso más en su proyecto de desinversiones.
En concreto, la compañía ha asignado a un consorcio liderado por el fondo Hayfin 38 préstamos con un valor nominal de 194 millones, garantizados con 29 edificios de viviendas en alquiler situados principalmente en Madrid.
Otro lote está compuesto por 10 promociones de pisos en renta ubicados también en Madrid por un valor de 65 millones, que ha sido vendido a la firma de inversión D. E. Shaw.
En ambas operaciones, que forman parte del proyecto Agatha, las partes han contado con el asesoramiento de Irea y Asthurt.
Una tercera cartera era la denominada Olivia, que ha sido traspasada a Hayfin. Este fondo se hará cargo de siete préstamos con un nominal de 140 millones, que tienen como aval viviendas residenciales y locales comerciales de la provincia de Valencia.
La cuarta adjudicación son también créditos, por valor de 133 millones, garantizados con 26 establecimientos turísticos en España, que suman 2.700 habitaciones. En este caso, el comprador ha sido el fondo Cerberus, que amplía sus intereses en nuestro país.
Al igual que esta firma, Blackstone también ha aprovechado los activos de la Sareb para crecer en España. Se ha hecho con cuatro edificios de oficinas en Madrid, que fueron agrupados en 2013 en el denominado proyecto Corona.
El banco malo espera cerrar alguna operación más antes de que termine el año. Una de ellas es el cierre definitivo del plan Kaplan, que está formado por préstamos de pequeñas y medianas promotoras por valor de 234 millones. Estos los está vendiendo uno a uno.