
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha asegurado ese lunes que dejará de impulsar el proyecto para construir un gasoducto entre el Cáucaso ruso, los balcanes y el sur de Italia(más conocido como South Stream), si la Unión Europea sigue poniendo trabas.
"Si Europa no quiere impulsar South Stream, entonces no se hará", ha afirmado Putin, en referencia a las crecientes tensiones entre los dos bloques a cuenta de la guerra de bajo nivel que se vive en el este de Ucrania.
El presidente ruso ha señalado que, en lugar del gasoducto, Rusia impulsará un hub gasista en la frontera entre Turquía y Grecia, desde el que seguirá vendiendo este combustible al resto del continente europeo.
En una reunión bilateral con el presidente turco, Tayyip Erdogan, Putin ha afirmado además que rebajará el gas que suministra a Turquía en un 6% a partir del próximo año, y además se ha comprometido a incrementar la cantidad.