
Miguel Blesa, expresidente de Caja Madrid, no sólo compró voluntades y votos en la entidad. Además intentó manipular la salida a bolsa de Realia en 2007, dando un trato preferencial a los consejeros y directivos de la firma. Y es que los miembros de la cúpula de la inmobiliaria obtuvieron más acciones de las que les hubieran correspondido en el tramo minoritario y lograron para su financiación préstamos blandos de la caja.
FCC y Caja Madrid se repartían a partes iguales Realia hasta su salto al parqué en junio de 2007, cuando colocaron un 47,7% de las acciones. En los correos previos a la OPV entre Miguel Blesa y el director general de Caja Madrid, Ildefonso Sánchez Barcoj, se desvela cómo ambos buscaron unas condiciones ventajosas para la dirección de la empresa. Blesa se ha desprendido de la mitad de su patrimonio.
En total, se aprobaron nueve préstamos para la adquisición de acciones por un importe de 4,1 millones de euros a nombre de siete altos directivos, a un precio mucho más bajo que el del mercado. El más beneficiado fue el presidente de Realia, Ignacio Bayón, que logró un crédito de un millón y otro de 600.000 euros. Y a continuación se sitúa el consejero delegado, Íñigo Aldaz, que obtuvo un préstamo de un millón y otro de 493.000 euros. El juez ha ordenado ya embargar a Blesa.
El interés inicial era del 4,5%, con una revisión semestral a partir de ahí del euribor más el 0,25%. En el momento que se firmaron los créditos, el euribor estaba en el 3,84%, por lo que el tipo final apenas superaba el 4%, cuando el interés de los créditos personales en ese momento variaba entre el 6 y el 10%.
Los contratos se formalizaron el 5 de junio de 2007, pero casi mes y medio antes Blesa estaba ya maniobrando para conseguir el trato preferencial. En ese sentido, el 20 de abril, Sánchez Barcoj le remitió un correo en el que le explica cómo está la situación respecto a una petición previa para intentar colar a los miembros del consejo de Realia dentro del tramo institucional, en lugar del que les hubiera correspondido como minoritarios.
"Presidente, no te he contestado todavía a lo de los 300.000 euros de acciones para los consejeros de Realia. No es fácil sin prorrateo, pero estamos en ello. Tengo a Carlos Contreras (el director de finanzas corporativas) a tope y está también viéndolo con Asesoría Jurídica interna y externa. El principal problema es que por importe, al pasar de 50.000 euros tienen que ir al tramo institucional y darles preferencia y eso canta mucho", le dijo.
Blesa contestó inmediatamente dando las gracias y comunicando que "yo no me voy a acoger a ese privilegiado préstamo, pero la oportunidad de comprar sin prorrateo me gustaría que alcanzase al comité de dirección", dando así un trato de privilegio en la OPV.
Cuatro días después, Contreras comunicó a Sánchez Barcoj que había diseñado una solución provisional, que tenían que verificar los juristas y que había que pactar con la CNMV. Sánchez Barcoj se lo comunicó entonces a Blesa y éste le advirtió que debía ir con cautela. "Id con discrección, lo sabe mucha gente", aseguró en su respuesta.
Una vez formalizados los créditos, el detalle de los mismos aparece en un documento fechado dos años despuñes, el 5 de mayo de 2009, bajo el título Informe sobre préstamos a altos directivos de Realia con origen en la OPV.
En dicho informe se ponía de manifiesto que "la negativa evolución del precio de la acción -cotizaba a 1,53 euros frente al precio de salida de 6,62 euros- así como los dividendos, hacen que actualmente los préstamos estén sin cobertura suficiente de garantías y que las liquidaciones de interés sean muy superiores a los dividendos pagados por la compañía". Por este motivo, la cúpula de Realia -a la que se califica como "estos clientes"- solicitó a Caja Madrid diversas modificaciones de las condiciones inicialmente pactadas en los contratos.
Así, se amplió el plazo de financiación, se eliminaron como causa de resolución la jubilación o el fallecimiento -en esos supuestos el crédito seguiría vigente con las mismas condiciones- y se repusieron garantías en función de la evolución de la cotización, aunque retrasando los plazos previstos.
Remuneración
El consejo de Realia percibió 1,728 millones en 2013, alrededor de un tercio de la masa salarial de la inmobiliaria, que rondaba los 5,1 millones de euros después de aplicar un ERE que afectó a más de un tercio de la plantilla. Así, sólo entre el presidente de la compañía, Bayón, y el consejero delegado, Aldaz, recibieron 1,31 millones de euros.
Este periódico contactó este jueves con Realia para conocer su versión de los hechos, pero la inmobiliaria declinó hacer ningún tipo de comentario al respecto.