Por Daniel Trotta
LA HABANA (Reuters) - Los médicos y enfermeros cubanos queestán partiendo hacia África occidental para combatir el virusdel Ébola se consideran afortunados. De unos 15.000 que seofrecieron como voluntarios, sólo 256 han sido elegidos.
"Han habido peleas, fuertes discusiones, con algunos médicospreguntando, '¿Por qué mi colega va y yo no puedo irme?'", dijoel médico Adrián Benítez, de 46 años, sólo unas horas antes deabordar un avión con destino a Liberia.
En medio de la alarma mundial sobre el peor brote de ébolaque se haya conocido en la historia, los médicos cubanos estándispuestos a viajar a África Occidental y tratar de curar a losenfermos. Conocidos como el "ejército de batas blancas", hablandel sentido del deber y están dispuestos a asumir los riesgos.
El virus del Ébola ha matado a más de 4.500 personas desdemarzo, sobre todo en Sierra Leona, Guinea y Liberia. Entre lasvíctimas fatales había hasta el lunes 239 trabajadores de lasalud, dijo la Organización Mundial de la Salud.
Unos 165 médicos y enfermeras cubanos ya han aterrizado enSierra Leona. Otros 91 viajaban el martes para misiones de seismeses de duración, 53 de ellos a Liberia y el resto a Guinea.
Otros 205 recibieron un entrenamiento de tres semanas enCuba, que incluye una práctica intensiva en el uso de trajes deprotección para evitar el contagio, pero aún no les han asignadomisiones contra el ébola.
Estos son los ejemplos más recientes de la diplomacia médicade Cuba. La isla caribeña de Gobierno comunista ha enviadobrigadas médicas a sitios de desastres en todo el mundo desde larevolución de 1959 que llevó a Fidel Castro al poder.
El Gobierno cubano permitió que periodistas en La Habanahablaran el martes con 11 de los médicos que estaban a punto departir. Todos han cumplido misiones internacionales antes yexpresaron su orgullo por la nueva asignación, para la querecibieron el apoyo de sus familias.
No existe una cura probada para el ébola, y aproximadamentela mitad de las personas que lo contraen muere.
"Sabemos el riesgo que corremos. Sabemos que vamos a lucharcontra algo que nosotros mismos no conocíamos totalmente", dijoLeonardo Fernández, un médico de 63 años. "Sabemos todo lo quepuede pasar. Sabemos que vamos a un medio hostil. Sabemos quevamos compartir codo a codo con otras nacionalidades. Pero esnuestro deber, así hemos sido formados", agregó.
Varios de los médicos repiten un lema frecuentemente citadoen la cultura médica de Cuba. "Nosotros no damos lo que sobra.Nosotros compartimos lo que tenemos".
"Ese poquito que tenemos, cuando un pueblo necesita denosotros, somos capaces de compartir. Es un concepto básico",dijo Fernández.
Cuando los rebeldes de Castro tomaron el poder en 1959, Cubatenía 6.000 médicos, y la mitad de ellos rápidamente emigrarondel país, según el Gobierno.
Con la ayuda económica de la Unión Soviética, Cuba construyóun sistema de salud que fue entonces la envidia del mundo endesarrollo, aunque algunos de esos avances se perdieron con elderrumbe del socialismo soviético. Muchos hospitales cubanosestán en mal estado, y cubanos dicen que tienen dificultadespara obtener citas médicas o para hallar algunos medicamentos.
Con 83.000 médicos en la actualidad, Cuba dice que tiene 7,2médicos por cada 1.000 habitantes, una de las tasas más altasdel mundo. Pero, con unos 25.000 médicos trabajando en elextranjero, la proporción cae a alrededor de 4,6, inclusocontando los últimos 5.500 graduados en escuelas de medicina,según el ministro de Salud cubano, Roberto Morales.
Aunque Cuba ofrece médicos y enfermeras de forma gratuitapara desastres, también intercambia servicios médicos por dineroo productos en misiones más rutinarias. Por ejemplo, la islarecibe un estimado de 100.000 barriles de crudo por día desdeVenezuela, donde están destinados unos 30.000 médicos cubanos.
En total, hay más de 50.000 trabajadores de la salud cubanoscumpliendo misiones en 66 países.
El personal médico cubano que está partiendo hacia ÁfricaOccidental recibió tres semanas de formación en el Instituto deMedicina Tropical Pedro Kourí, en las afueras de La Habana,donde las autoridades sanitarias establecieron un hospital decampaña que simula las condiciones en el continente africano.
Si alguno de los médicos o enfermeras cubanas contraen ébolaen África Occidental, serán tratados en un sitio especial paralos trabajadores en programas de ayuda internacional hasta quese curen o fallezcan, dijo Jorge Pérez, director del InstitutoPedro Kourí.
Todos los demás serán monitorizados por al menos 21 días enel hospital a su regreso a Cuba, al igual que cualquiervisitante que llega a la isla desde los países afectados.
A pesar de los riesgos, uno de los médicos, Iván Rodríguez,de 50 años, dijo que su familia lo apoyaba y estaba orgullosa.
"Me hubiese sentido muy defraudado, muy triste, si elloshubiesen sentido que tuve miedo al dar el paso", dijo. "Ahorason 15.000 (voluntarios). Estoy convencido de que pueden haber15.000 más".
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