
El subgobernador del Banco de España, Fernando Restoy, ha admitido que los "riesgos" sobre la previsión de que el PIB crecerá un 2% en 2015 "se han incrementado" ante la debilidad de los países de la zona euro, si bien ha defendido que esta estimación es "razonable" a día de hoy. Alemania recorta sus previsiones
Durante su intervención en unas jornadas organizadas por Financial Times, Restoy ha puesto de manifiesto que ha aumentado la "incertidumbre" respecto al crecimiento. El subgobernador también ha descartado un escenario de deflación en España en el futuro.
"Una cosa es crecimiento negativo de los precios y otra deflación. No es previsible la deflación en España", ha afirmado, para después prever que las tasas negativas de inflación darán paso "muy pronto" a un crecimiento positivo.
No hay urgencia en Bankia
También ha alabado la gestión "muy satisfactoria" del actual presidente de Bankia, Ignacio Goirigolzarri, y ha asegurado que "no hay sentido de urgencia" en la desinversión por parte del Estado en la entidad de la que controla a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) alrededor del 61%, puesto que la entidad cuenta con una "adecuada" gestión.
Restoy ha vinculado la "pauta" de la desinversión a la evolución de la situación de los mercados. Para ello, ha abogado por buscar la estrategia para optimizar el retorno de las ayudas y minimizar el coste de la reestructuración financiera en España.
"No hay duda del objetivo: devolver a Bankia a manos privadas. Otra cosa es la pauta", ha explicado el subgobernador del Banco de España.
Tras su participación en este foro, Restoy ha afirmado tajante que la privatización de Bankia no se verá afectada por el escándalo por las supuestas tarjetas 'B' en Caja Madrid y Bankia. "No tiene nada que ver", ha sentenciado.
Tranquilo con los 'test de estrés'
El subgobernador también ha dicho que "aunque todo es posible", las entidades financieras españolas mantienen una posición "razonablemente cómoda" ante la publicación, el próximo domingo 26, de los test de estrés a los que los ha sometido el BCE.
Restoy ha indicado que los bancos españoles se han sometido en mayor medida que sus homólogos europeos a exámenes y pruebas para determinar su situación, y el trabajo efectuado en los dos últimos años hace que el sentimiento sea de "razonable" comodidad.