Empresas y finanzas

Los pequeños negocios italianos ven en los inversores chinos la última esperanza

  • Hasta junio se registraron 8.000 quiebras de empresas, cifra récord en Italia
Vistas desde la catedral de Milán. Foto: Bloomberg

En España se ha convertido en imagen habitual ver a un ciudadano chino regentando un bar de los llamados 'de toda la vida', una peluquería o una frutería. La crisis impactó de lleno en los pequeños negocios y los inversores chinos han llegado, en la mayoría de ocasiones, con el maletín lleno de efectivo bajo el brazo. En Italia, que se encamina a su tercer año de recesión, la situación está empezando a ser insostenible para muchos establecimientos que ven en China la última esperanza.

Así, Bloomberg se hace eco de este auge en la búsqueda de dinero chino como única opción ante la necesidad de traspasar o buscar un socio empleando un curioso indicador, la web Vendereaicinesi.it, que significa literalmente 'venderachinos' y que tiene su réplica en España, Francia y Alemania.

Se trata de un portal de anuncios clasificados traducida al mandarín que se presenta como escaparate para los chinos afincados en el país en cuestión. Por un precio de 42,5 euros en la web italiana (37,5 euros en el caso de la web española), se puede publicar un anuncio durante 60 días que la propia página te traduce al chino.

Superar la barrera idiomática y cultural para establecer contactos comerciales puede ser todo un reto. Por eso, las facilidades que ofrece esta plataforma para realizar intercambios con la comunidad china residente en Italia atraen a un número creciente de italianos. En concreto, son ya 18.000 los usuarios registrados, casi el doble que hace un año, cuando contaba con 10.000 usuarios activos.

El problema de la finaciación

"Los 321.000 ciudadanos chinos viviendo en el país están mejor posicionados ya que pueden contar con las redes familiares para obtener financiación, en lugar de los bancos", explica Bloomberg el empresario italiano y cofundador de la plataforma Venderacinesi, Simone Toppino.

Al igual que en España, el acceso al crédito es casi misión imposible en Italia, donde en la primera mitad del año se registraron 8.000 quiebras de empresas, una cifra récord en el país, de acuerdo con los datos de Cerved Group.

"Son los únicos que están comprando", afirma el propietario de una cafetería junto al Duomo, la conocida catedral de Milán. Según asegura, "quieren vender" y su "única esperanza " son los inversores chinos.

Una opinión que comparten en el país asiático, a tenor de las declaraciones de Fred Hu, presidente de Primavera Capital Group, firma de inversión afincada en Pekín. "Estamos muy interesados en apostar por Italia en sectores como el de bienes de consumo, industria manufacturera y servicios financieros", apunta Hu, quien considera que Italia puede satisfacer la "enorme demanda" de productos de calidad de China.

Tres años de recesión

En un país donde los elevados impuestos y la contracción del consumo están asfixiando a los emprendedores locales, las recientes medidas destinadas a reactivar el gasto privado puestas en marcha por Roma no están teniendo los resultados esperados.

Ni la rebaja impositiva para las familias con rentas más reducidas ni la devolución de deudas administrativas se están traduciendo en un mayor desembolso por parte de los italianos.

Las expectativas para la economía italiana no son positivas. Según el último informe del Fondo Monetario Internacional (FMI), el país permanecerá en recesión por tercer año consecutivo al cerrar 2014 con una recesión del 0,2%, lo que equivale a rebajar su anterior estimación, emitida en julio, en cinco décimas.

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