El desembarco en la capital de grandes cadenas hoteleras, como Four Seasons o Wanda, parece poner en peligro la afamada reputación del Ritz como uno de los hoteles de lujo de referencia en Madrid. El futuro nuevo propietario del establecimiento, el grupo Fairmont, planea destinar 60 millones de euros para reformar sus instalaciones si finalmente consigue cerrar la operación de compra de este hotel cinco estrellas por 120 millones de euros.
Según fuentes cercanas a la operación, la reforma del Ritz será integral -incluyendo la fachada- y se realizará previsiblemente por fases para no ocasionar trastornos a los huéspedes y evitar tener que echar el cierre. Algo que podría alargar las obras en el tiempo hasta incluso 12 meses. Patricio Palomar, director de análisis y estrategias de inversión de CBRE en España, asegura que el Ritz es uno de los pocos hoteles de gran lujo que desde hace tiempo no ha tenido una rehabilitación de carácter casi integral, ya que otros como el Westin Palace, el InterContinental y el Villa Magna las han acometido recientemente.
Su inmediato competidor, Westin Palace, ha tenido concretamente tres grandes rehabilitaciones desde su inauguración en 1912. La última de gran envergadura tuvo lugar en 1997, cuando estaba ya en propiedad de Starwood Hotels & Resorts, y el año pasado introdujo también mejoras en unos 4.000 metros cuadrados de los 40.000 que tiene en total. En el caso del Hotel InterContinental, la última reforma la hizo entre 2002 y 2003 y fue costeada por la cadena InterContinental Hotels & Resorts, mientras que el Villa Magna fue renovado durante 14 meses en la etapa de la familia Queiroz Pereira (en 2007, concretamente) por un importe de 36 millones de euros, a pesar de ser inaugurado en 1972. Tan sólo en la renovación del Westin Palace acometida en 1997 fue necesario cerrar el inmueble durante el transcurso de las obras de acondicionamiento.
Adaptaciones a la norma
La reforma integral del establecimiento podría ocasionar una reducción en el número de habitaciones -ahora tiene 167-. Y todo porque al tratarse de un hotel centenario que no ha sido reformado en los últimos años, sus instalaciones pueden no cumplir con algunos de los requisitos mínimos recogidos en la última normativa de la Comunidad de Madrid.
El decreto de ordenación de establecimientos hoteleros de la Comunidad de Madrid contempla exigencias en cuanto a instalaciones (climatización, teléfonos...), comunicaciones (escaleras, ascensores y acceso y salidas), zona de clientes (vestíbulo, bar...), zona de servicios (como almacén de equipaje, cocina y caja fuerte) y otros servicios al cliente (por ejemplo la lavandería).
Entre otras cosas, el documento apunta que las habitaciones de los cinco estrellas tienen que estar insonorizadas y tener una altura de 2,7 metros. Asimismo, se exige que las habitaciones individuales de los cinco estrellas cuenten con una superficie de 10 metros cuadrados. Un tamaño que se amplía a 17 metros cuadrados en el caso de las dobles o a los 15 metros de superficie y un salón de 12 metros cuadrados para las dobles con salón. Para las suites, el tamaño es de 10 ó 17 metros en función de si son individuales o dobles y un salón de 12 metros cuadrados.