
La dimisión de Leopoldo González-Echenique tras perder el apoyo de Sáenz de Santamaría deja a su sucesor en RTVE el reto de llevar a cabo el plan de "redimensionamiento a la baja" que exige el Gobierno con las elecciones en el horizonte, con lo que el proceso podría retrasarse de forma definitiva incluso hasta la próxima legislatura.
Ante los problemas de financiación, Hacienda obligó ya a Echenique a poner en marcha un plan de ajuste que presentó en julio ante el consejo. El plan suponía un ahorro extra de 50 millones y el cierre de Teledeporte, lo que implicaba un ahorro de 16 millones y abría la puerta a bajas incentivadas. La reducción de costes era condición sine qua non para recibir el segundo rescate de 130 millones de euros, que ante sus incumplimientos, finalmente, no ha llegado.
Echenique retrasó inicialmente la aprobación del ajuste antes del verano hasta septiembre y finalmente lo retiró ayer de la mesa, por lo que su sucesor se enfrentará al reto llevar a cabo un ahorro de hasta 100 millones de euros para acabar con el déficit estructural.
El objetivo pasa por reducir el tamaño de la Corporación: eliminar canales, rebajar la programación, reestructurar la plantilla y reducir gastos de explotación. Todo un reto que, en principio, se tendrá que hacer sin tocar la plantilla o a base de bajas incentivadas, ya que el convenio colectivo impide despidos. A su vez, se tendrán que tocar pluses de libre designación y rebajar el nivel de los directivos, ya que es lo único que se puede tocar sin romper el convenio.
En estos dos últimos años Leopoldo González-Echenique ha puesto en marcha una serie de ajustes que han resultado insuficientes a los ojos de Hacienda para equilibrar las cuentas (prevé unas perdidas de 134 millones en 2014 y tuvo unos números rojos de casi 230 millones entre 2012 y 2013). El Gobierno aprobó una reducción del presupuesto de unos 300 millones en dos años que no se han traducido en un recorte equitativo de los gastos, lo que ha llevado a RTVE a generar un déficit acumulado de 700 millones de euros.
A finales de 2013 el ya expresidente de RTVE y los representantes de los trabajadores pactaron una reducción de los gastos salariales de 28,5 millones de euros, una cifra que el Ministerio de Hacienda consideró insuficiente ya que, a cambio de los ajustes, la Corporación blindó hasta 2016 a la plantilla, formada por 6.400 trabajadores. Así, y pese a las promesas de austeridad, Echenique apenas aplicó un recorte del 7,6% sobre los 372 millones que destinó en mantener la plantilla en 2013.
Más allá de los gastos de personal, el plan de ahorro del directivo contemplaba rebajar un 10% los gastos generales con la renegociación de contratos a la baja con Abertis y otra serie de proveedores, una maniobra que le llevó a reducir la partida de los 270 millones de euros de 2012 a los 234 millones previsto para este año. Pero la mayor parte del ajuste se la ha llevado en los últimos años la parrilla.
Recortes en programas
Los gastos en series y programas se rebajaron de los 429 millones de 2011 hasta tocar suelo en 2013 con un gasto de 262,9 millones. Pero el grueso del ahorro en esta partida lo realizaron los consejeros de RTVE antes de que Echenique fuera nombrado en junio de 2012.
Los recortes en el presupuesto para contenidos, que les ha llevado a perder la Champions en manos de Antena 3, se tradujeron no obstante en un fuerte descenso de la audiencia de La1, que algunos meses se ha situado por debajo del 10%, alcanzando un mínimo histórico. Ante la pérdida de espectadores, Echenique decidió destinar parte de los ahorros de personal en aumentar la partida en contenidos, por lo que en 2014 está previsto que se eleven hasta los 304 millones de euros. A su vez, antes de su llegada al poder los consejeros hicieron una serie de ajustes y el Gobierno redujo la composición del consejo de administración y quitó la dedicación exclusiva, por lo que se ahorró 1,2 millones al año.
El reto de Echenique cuando llegó a la presidencia era "redimensionar a la baja" RTVE para asegurar su viabilidad con la reducción de la aportación estatal. Para ello, desde Hacienda se le había pedido que pusiera en marcha un severo ajuste que incluía la reducción de la plantilla, antes el convenio, una medida que no llevó a cabo. Montoro tachó ayer de "difícil" la misión ante de dar las gracias a Echenique por su trabajo. "Era una misión difícil por la reducción de ingresos pero eso ya se sabía", apuntó.
Lejos de reducir los gastos, Echenique pidió en más de una ocasión que el Gobierno elevara los ingresos anuales de la Corporación hasta los 975 millones para asegurar "la viabilidad", lo que supone unos 125 millones por encima de los 850 millones que finalmente va a ingresar RTVE en 2014. La justicia ha dado la razón además a las telecos y no tienen que pagar la tasa de TVE en base a todos sus ingresos, sino a los generados por su actividad audiovisual, lo que reduce sustancialmente lo que aportan cada año.