Empresas y finanzas

Echenique deja RTVE tras perder el apoyo de Sáenz de Santamaría en el Gobierno

  • La vicepresidenta dio vía libre a Montoro para dejarle caer

Leopoldo González Echenique ha presentado su dimisión como presidente de RTVE al consejo de la corporación, cumpliendo así con la amenaza lanzada en los últimos días. El directivo ha tomado sin embargo la decisión consciente de que no contaba ya con ningún apoyo dentro del Gobierno y de que, en cualquier momento, podría haber sido destituido.

Su única valedora hasta ahora era la vicepresidenta Soraya Saénz de Santamaría que, sin embargo, acabó por retirarle su respaldo hace unos días tras una reunión con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. "Haced lo que consideréis oportuno". Ese fue el mensaje que, según las fuentes consultadas por elEconomista, Sáenz de Santamária trasladó al Ministerio.

Hacienda llevaba tiempo exigiendo a Echenique la ejecución de un plan de ajuste y aunque éste había presentado hasta tres propuestas distintas, incluyendo entre otras cosas el cierre de Teledeporte, ajustes salariales y bajas voluntarias, no llegó a cumplir ninguno de ellas. Fue lo que acabó con la paciencia de Montoro, que se negó así a darle la semana pasada los 130 millones que estaba pidiendo, después de un primer rescate por la misma cantidad justo antes del verano.

La gota que colmó el vaso llegó, no obstante, cuando el pasado agosto sacó un nuevo concurso para unidades móviles, que ampliaba el periodo de contratación de uno a tres años respecto al anterior y eleva el importe hasta los 27,3 millones de euros, IVA incluido.

El grifo se cierra

Una vez tomada esa medida y ante la consecuente decisión de Montoro de cerrar el grifo, el hasta ahora presidente de RTVE se vió forzado a suspender el pasado lunes la reunión del consejo de administración, en la que supuestamente tenía que haber presentado el presupuesto de 2015 y un Plan de Eficiencia para su aprobación por parte del máximo órgano ejecutivo.

Echenique esperaba que a última hora Montoro cambiara de opinión y le diera el dinero que pedía -"si mal no me equivoco, será este viernes cuando quedará reflejada la cifra. Muchas veces se deciden en el último minuto, como las finales de los partidos de fútbol", llegó a decir el martes en el Congreso- por lo que convocó la reunión para este jueves.

Pero lo hizo deslizando una ultimatum que enfureció aún más al ministro de Hacienda. El presidente de la corporación habló con cada uno de los consejeros para trasladarles que sin un rescate adicional y una mayor dotación de fondos por parte del Estado, RTVE no sería viable, y él presentaría su dimisión irrevocable. El problema de fondo es que encontró un respaldo por la mayoría de los consejeros y mantuvo el órdago, llegándose a filtrar incluso desde la propia empresa que podría plantearse una dimisión en bloque, algo que por ahora no ha pasado. La jugada le salió mál y hoy no le quedó más remedio que abandonar y marcharse.

Elegido al frente de la corporación por el Congreso de los Diputados el 28 de junio del año 2012 -la elección fue por mayoría absoluta, en segunda vuelta, lo que le convirtió en el tercer presidente de RTVE designado por el Parlamento- se va tras una gestión que desde distintas fuentes del Gobierno no dudan en calificar como "nefasta".

Él insiste en que las aportaciones del Estado pasaron de 829 millones de euros en el año 2010 a 622 millones del año pasado, lo que ha supuesto una reducción del 25 por ciento, incluyendo la tasa radioeléctrica. No obstante, deja la audiencia en mínimos históricos y con los costes fuera de control.

Costes fuera de control

La cuentas no salen en RTVE y ni siquiera la aplicación del plan de eficiencia previsto por Echenique iba a conseguir sanear el balance de la corporación, que prevé cerrar 2014 con un déficit de 134,5 millones de euros. Y eso si logra ahorrar hasta 49,6 millones este ejercicio, porque en el caso de que no consiga profundizar en los recortes, las pérdidas se prodrían elevar hasta el entorno de los 140 millones de euros.

Lo que el Gobierno no entiende es que a pesar de los ajustes previstos, los gastos de la televisión que presidía hasta hoy Leopoldo González Echenique se situarán entre los 973 millones y los 978,5 millones de euros, unos 35 millones más respecto a los 943,5 millones presupuestados.

El directivo ha mantenido en sus distintas comparecencias en el Congreso que el problema de fondo es que RTVE tiene un déficit estructural de 100 millones de euros, pero lejos de recortar, su única vía para solucionarlo ha sido pedir más dinero. Todo porque, tal y como ya informó elEconomista, había llegado a un pacto con los sindicatos, fundamentalmente con UGT para evitar cualquier tipo de medida de ajuste que pudiera alterar la paz social.

Reacciones políticas

Las reacciones a todo esto han diso contrapuestas en los pasillos del Congreso. Mientras que el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, decía que "por supuesto que sí" se puede garantizar la viabilidad de RTVE con los recortes, desde el PSOE se mantenía justo todo lo contrario.

El portavoz socialista en el Congreso de los Diputados, Antonio Hernando, advertía de que la dimisión de González-Echenique constata el "fracaso" del modelo de televisión pública del Gobierno del PP. En este sentido, aseguró que se han recortado en tres años 700 millones de euros y por eso la Corporación "está al borde de la inviabilidad", ya que ha perdido 700.000 oyentes y ha bajado al cuarto puesto en el ránking de televisiones. "El Gobierno está a punto de acabar con el servicio público de RTVE", sentenció en rueda de prensa.

La dimisión de Leopoldo González-Echenique viene a agrandar además los deberes del Parlamento en relación con la cúpula de RTVE, ya que la obligación de designar un sustituto se suma a la renovación que tiene pendiente de cuatro consejeros de los nueve de la empresa, cuyo mandató expiró en enero de 2013. Se trata de dos vocales elegidos a propuesta del PP (Rosario García Miralles y Andrés Martín Velasco), el del PSOE (Miguel Angel Sacaluga) y la de IU (Teresa Aranguren).

Sucesión y renovación de la cúpula

Fuentes parlamentarias consultadas por Servimedia aseguran que es probable que la renovación de más de la mitad del Consejo se hiciera en el mismo paquete, aunque teniendo en cuenta la proximidad de las elecciones podría ocurrir culquier cosa.

El Gobierno modificó por decreto en abril de 2012 el sistema de elección del Consejo de Administración de RTVE, alegando que la dimisión del predecesor de Echenique, Alberto Oliart, y la falta subsiguiente de acuerdo entre los dos grandes partidos para encontrarle un relevo abrió una parálisis grave en la corporación.

Con ese decreto, la Ley de RTVE redujo de doce a nueve los consejeros y pasó a establecer que la elección de los vocales y el presidente de RTVE se haría en una primera votación en el Congreso y el Senado, con una mayoría necesaria de dos tercios. Si esa mayoría reforzada no se lograba, la votación se repetirá transcurridas 24 horas y la designación podrá hacerse por mayoría absoluta.

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