
La situación se presume infernal. Los operadores tradicionales de telecomunicaciones tienen que resolver la ecuación más complicada de sus vidas: En un entorno de ingresos a la baja y de creciente presión fiscal, las empresas están obligadas a realizar cuantiosas inversiones (en fibra óptica y redes de 4G), al tiempo que compiten ferozmente entre ellos y se defienden de jugadores que arrasan con sus servicios gratuitos, como WhatsApp y Skype.
El movimiento de consolidación en el ámbito europeo también responde a la necesidad de las grandes telecos de defenderse en un entorno cada vez más arisco. Por lo pronto, y según se desprende del análisis comparativo de las ofertas de este año respecto al anterior, los operadores brindan cada vez más servicios por el mismo precio. En muchos casos, se duplica el número de servicios sin añadir incrementos en la factura.
A modo de ejemplo, Movistar cobrara el año pasado a sus clientes entre 32 y 34 euros al mes de media con las conexiones de ADSL y las llamadas de fijo. Sin embargo, este curso, el mismo operador comercializa la conexión a Internet y las llamadas, junto con minutos de voz y tráfico datos de móvil, por cerca de 35 euros al mes.
Vodafone actúa de forma más agresiva que el líder del mercado. De esa forma, la filial del grupo británico ofrecía el año pasado dos servicios (ADSL y fijo) por 40 euros al mes, mientras que ahora propone el doble (fijo, móvil y banda ancha tanto fijo como móvil) por 29 euros. Pese a ello, Vodafone España redujo sus ingresos el 15,3 por ciento en su último trimestre fiscal.
Orange España tampoco ha podido desmarcarse de esa tendencia que socava los ingresos de la telefonía móvil. El doble-play de la subsidiaria del grupo francés costaba 41 euros y el cuádruple-play ahora se cotiza a 35 euros.
Responsables de la crisis
En las caídas de los precios de las llamadas y el hundimiento de los mensajes cortos, ha influido la existencia de los jugadores que han cambiado las reglas del juego. Skype, por ejemplo, ha laminado el tradicional negocio de llamadas internacionales, mientras que WhatsApp, Line y Viber convierten en un sinsentido el gasto en mensajes cortos (SMS). Por todo ello, durante 2012, los ingresos por telefonía fija de las grandes operadoras bajaron en 5.000 millones de euros hasta los 59.000 millones de euros, según datos de ETNO, grupo que integra a compañías como Telefónica, Orange, Deutsche Telekom, KPN, Telecom Italia y Telia Sonera.
Un reciente estudio asegura que el 98 por ciento de los españoles prefiere utilizar WhatsApp antes que realizar una llamada. Ante esa tendencia, los operadores de telecomunicaciones pueden estar seguros de que los ingresos por voz móvil solo apuntarán hacia abajo. Y parece que no hay forma de revertir la situación.