
El presidente y máximo accionista de Bankinter, Jaime Botín, ha entrado en el capital de la embotelladora de Coca-Cola en España. A través de su sociedad patrimonial Cartival, el banquero adquirió a finales del año pasado una participación simbólica de Coca Cola Iberian Partners, empresa controlada por Sol Daurella, que se encuentra inmersa en un polémico Expediente de Regulación de Empleo (ERE).
Jaime Botín, hermano del presidente de Banco Santander, se hizo con 1,6 millones de títulos del grupo en una inversión inferior a los 2 millones de euros, pero que le posicionan con vistas a la salida a bolsa prevista una vez finalice el proceso de ajuste de personal puesto en marcha de casi 1.200 trabajadores, de los 5.000 que componen la plantilla.
El banquero, uno de los empresarios que se ha visto salpicado por el escándalo de las cuentas secretas en Suiza o una multa de la CNMV por ocultar una participación del 8% en Bankinter, también adquirió entonces acciones de dos sociedades controladas por la familia Daurella. En concreto adquirió 7.500 títulos de Bega Inmuebles, firma que controla distintos edificios en nuestro país, y otras 7.500 en Bega Capital, conglomerado que posee intereses en el norte de África.
Botín, con estas operaciones, se convirtió en socio de la embotelladora de Coca Cola en el mercado español junto a los Daurella, que tienen un 42% de la compañía; los Gómez Trenor, que controlan un 20%; los Urrutia, Mora Figueroa y Comenge, que disponen de un 10% cada uno, además de otros inversores minoritarios.
Coca Cola Iberian Partners se creó en el primer semestre del año pasado con la integración de las siete embotelladoras del fabricante de bebidas estadounidense. La fusión ha provocado la puesta en marcha de un ERE para casi el 20 por ciento de la plantilla con el fin de obtener sinergias de costes y mejorar la rentabilidad. Pero la decisión de la Audiencia Nacional de anular el proceso tras la impugnación de una parte de los trabajadores afectados ha obligado a la empresa a abrir de nuevo las negociaciones y mejorar las condiciones. Aún no se ha llegado a un acuerdo, pero Coca Cola Iberian Partners está dispuesta a todo para alcanzar un pacto con los trabajadores y evitar así el auto del Tribunal Supremo sobre la sentencia adoptada por la Audiencia Nacional.
Recientemente, en una reunión con el comité de empresa, la dirección elevó las indemnizaciones a 45 días por año trabajado y mejoró los despidos con bajas incentivadas y prejubilaciones a partir de los 56 años, con el cobro de entre el 80 y el 90% del salario neto.
El proyecto de integración contemplaba la salida a bolsa de Coca Cola Iberian Partners en un futuro próximo, con el fin de obtener recursos para emprender un plan de internacionalización. El mercado valora la compañía en unos 1.300 millones de euros, ligeramente por debajo de los 1.500 millones de su capital social.