Empresas y finanzas

El nuevo almacén nuclear de Villar de Cañas costará 970 millones

  • Será el primer centro de este tipo ubicado en España
  • Prevé entrar en funcionamiento en 2026

El consejo de administración de Enresa, compañía responsable del almacén temporal centralizado (ATC), aprueba hoy el pliego de concesiones para el nuevo centro, que se ubicará en la localidad conquense de Villar de Cañas (Cuenca), por un valor de 300 millones de euros.

Según informó el presidente de la entidad, Francisco Gil-Ortega, este montante se destinará a trabajos de vigilancia, mantenimiento y dirección de las obras. La construcción del grueso del ATC se prevé que sea adjudicada a finales del próximo mes de septiembre, tras dos meses para que las constructoras candidatas presenten la documentación de sus ofertas.

El presupuesto dotado para la construcción del centro de almacenamiento de residuos nucleares de Villar de Cañas está estimado en 970 millones de euros, divididos en tres fases de ejecución. Así, la fecha prevista para la consecución del proyecto se mantiene entre 2025 y 2026.

Dentro de la cronología de las obras, en febrero del próximo año la compañía espera obtener los permisos necesarios para comenzar a preparar el terreno, unas 55 hectáreas de superficie total, a día de hoy, únicamente se ha caracterizado el terreno, lo que supone un 3 por ciento del total de las obras.

Con los permisos en la mano dará comienzo la fase central del proceso, de la que se espera que genere un alto índice de puestos de trabajo. De hecho, en los últimos días, el alcalde de la localidad de Villar de Cañas, José María Saiz, se congratulaba del incremento en un 20 por ciento de la población del municipio.

Estudio de impacto ambiental

El pasado mes de mayo se presentó el estudio de impacto ambiental sobre el proyecto del ATC y del centro tecnológico, realizado centrándose en los aspectos geológicos, meteorológicos e hidráulicos de la parcela del futuro almacén durante un periodo de veinte meses.

Basándose en dichos análisis, el representante del departamento de ingeniería de suelos e i+D de Enresa, Ignacio Cienfuegos, aseguró la solidez del suelo y la baja probabilidad de desplazamientos del terreno que puedan afectar a la seguridad del ATC. Asimismo, Cienfuegos afirmó que la movilidad del agua en el terreno donde se ubicará el centro es nula y con un nivel muy bajo de permeabilidad, salvo en la superficie. "No existe ningún riesgo de inundación de las instalaciones", aseveró Cienfuegos.

El centro proyectado será el único almacén de residuos radiactivos de alta actividad y larga duración para todos los materiales generados en las ocho centrales nucleares con las que cuenta nuestro país.

Al respecto, el director general de la Asociación nuclear Ascó-Vandellòs (ANAV), José Antonio Gago, declaró que concibe el nuevo centro de almacenamiento como "parte integral del esquema de gestión de residuos radiactivos español" en la misma línea indicó que "es una pieza fundamental, porque permite desacoplar las etapas de operación de las centrales nucleares y la de gestión final, que garantiza el cumplimiento de las responsabilidades de todos los agentes involucrados, al tiempo que deja abiertas todas las opciones de futuro".

Hasta ahora, los residuos generados en las centrales nucleares españolas, en su gran mayoría, eran exportados a otros países, principalmente Francia, país que alberga varios centros especializados en el tratamiento de este tipo de residuos altamente contaminantes, destacando la gigantesca central de La Hague en la región de Normandía.

A corto plazo

El que es considerado como el mayor proyecto de Estado en materia nuclear prevé para el próximo 2015 tener listo el almacén de espera de contenedores del ATC e iniciar su actividad para diciembre del mismo año.

Las instalaciones, según precisaba el presidente de Enresa, contarán con 120 pozos y un total de 78 contenedores. Pero éste no es el único proyecto para los próximos años, ya que junto al ATC, también se instalará un parque tecnológico, dentro del cual se situará, el laboratorio de gestión de combustibles, que será pionero en España. Este parque será el encargado de desarrollar el futuro del almacén, que pasa por el diseño de un posterior almacenamiento geológico profundo (AGP).

Las voces contrarias

En el otro lado de la moneda se encuentra la plataforma anti ATC, la cual durante el mes de julio presentó alrededor de 2.600 alegaciones contrarias a la construcción del silo atómico. El portavoz de la plataforma, Job Moya, se mostró contento por los resultados obtenidos, aunque no conlleven la paralización del proceso de obras. Igualmente, Moya advirtió que la población del municipio y de la comarca han tenido la oportunidad de expresar su oposición al ATC, centro que el vocal definía como "una construcción inútil, dado que la mayoría de las centrales nucleares españolas tienen en construcción o en proyecto su propio almacén temporal individualizado".

En respuesta, el presidente de Enresa, aseguraba que "el 99,9 por ciento de la sociedad comprende la posición del Gobierno de España, del Ejecutivo castellano-manchego, de la diputación de Cuenca y del propio ayuntamiento de Villar de Cañas que piensan que es necesario el ATC". Asimismo, Gil-Ortega apuntó que "es mejor tener un almacén que no ocho al aire libre repartidos por el territorio nacional".

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