
La desaparición del vuelo MH317, el derribo del MH17, el aterrizaje forzoso y mortal de un avión en Taiwán y la caída aún por explicar de un vuelo operado por la española Swiftair para una aerolínea argelina conforman una sucesión de incidentes que han vuelto a poner de manifiesto una duda recurrente: ¿sigue siendo seguro volar?
La respuesta categórica es que sí, y no porque convenga alejar sin más a los fantasmas de muchos viajeros que sufren de miedo a volar, sino porque las estadísticas demuestran tozudamente que el transporte aéreo es el medio más seguro de desplazarse.
Tal como publica The Wall Street Journal, el número total de accidentes que provocaron la pérdida del aparato en lo que va de año asciende a 11. Si la tendencia se mantuviese, 2014 se cerraría con un número de siniestros que probablemente no superaría las poco más de 20 tragedias aéreas que se produjeron en 2013. Y desde luego se situaría en un nivel mucho mejor que el de -por ejemplo- 2006, cuando se produjeron nada menos que 40 accidentes.
Si se atiende al número de personas fallecidas, las 644 personas muertas o desaparecidas durante lo que llevamos de 2014 no son, desde luego, un motivo para alegrarse. Pero puestas en perspectiva son muchas menos que los cerca de 1.900 fallecidos de 1.997 o las más de 1.000 pérdidas humanas registradas en 2.000, 2.002 o 2.005.
La conclusión es clara. Si se examinan las series a largo plazo, la aviación comercial no ha dejado de reducir el número de siniestros y las víctimas causadas por ellos desde los años 70.
Hay un motivo más para estar tranquilos a la hora de pasar por la puerta de embarque: las magnitudes anteriores son absolutas, pero hay que tener en cuenta que el tráfico aéreo no ha dejado de crecer en los últimos años.
Cada minuto, a cualquier hora del día, un enjambre de centenares de aviones se desplaza por las pantallas de radar de todo el planeta.
Aqui, las cifras tampoco engañan. Si simplemente se divide el número de accidentes por el número de vuelos, las tasas de seguridad no dejan de mejorar.
En 2.009 se produjo un siniestro grave por cada 1,3 millones de vuelos en todo el mundo. Comparemos ahora esta cifra con 2013, y tendremos una lista larga, muy larga: 2,4 millones de vuelos sin problemas por cada accidente grave.
¿Es eso mucho? Depende de la suerte de cada uno. A modo de comparación se puede señalar que la probabilidad de que le toque el Gordo de la lotería de Navidad es de una entre 100.000.