Empresas y finanzas

Adif acelera la seguridad del AVE pero no mejora la red Alvia tras un año del accidente

  • Fomento adjudicará 2.000 millones en señalización ERTMS en 2014

Un año después del trágico accidente del tren Alvia en Angrois, que registró 80 fallecidos, todavía existen luces y sombras sobre el nivel de seguridad de la red de alta velocidad española. Lo positivo es que el Ministerio de Fomento, a través de Adif, ya ha adjudicado 836 millones de euros en señalización ferroviaria para el AVE y prevé finalizar el ejercicio con récord de adjudicaciones por encima de 2.000 millones de euros (ver gráfico).

Sin embargo, la cara negativa tras el fatal primer aniversario es que la red por donde circulan los trenes Alvia que tienen capacidad para alcanzar 250 kilómetros por hora todavía cuenta con casi 2.500 kilómetros de vía que no opera con señalización ERTMS, la más segura del mundo, y la maniobra de aproximación de una veintena de estaciones de estas rutas se realiza en Asfa Digital, el mismo sistema que opera en la estación de Santiago de Compostela.

A esta alturas del proceso nadie discute la razón principal del accidente: un imperdonable error de distracción del maquinista que tuvo como resultado el descarrilamiento del tren cuando tomó a demasiada velocidad una curva cerrada en Angrois. Pero lo que también es una evidencia es que si ese tramo hubiera tenido el sistema de señalización ERTMS operativo el accidente nunca se hubiera producido por ese exceso de velocidad porque el tren se hubiera frenado antes.

Un año después, Adif y Renfe Operadora no han terminado de resolver el problema de la compatibilidad del equipo de señalización embarcado en el modelo de tren accidentado (fabricado por Talgo y propulsado por Bombardier) y la vía, que en el momento del siniestro no podía leer las señales de ERTMS, lo que impide su funcionamiento. Sin embargo, en el resto de trenes Alvia de otros modelos sí que está operativo. Fuentes conocedoras del proceso aseguran a elEconomista que el problema de compatibilidad ya está ya resuelto y que tras unas semanas de pruebas se instalará este sistema de seguridad.

Pero además de la ausencia de ERTMS, que debería de haber funcionado desde Ourense hasta aproximadamente 6 kilómetros antes de Santiago, el sistema de señalización de balizas de Asfa Digital tampoco estuvo bien ubicado en el tramo final de la vía, lo que impidió dos cosas: que el despistado maquinista recibiera el aviso antes y que el sistema de frenado automático que lleva incorporado actuara con tiempo suficiente para evitar que el tren entrara a demasiada velocidad, pese a la irresponsabilidad del conductor, en la curva.

Esa grave anomalía ya fue subsanada por Adif semanas después del accidente, adelantando las balizas un par de kilómetros antes del lugar de descarrilamiento. Meses después revisó el resto de la red incluyendo nuevas balizas. Fomento también puso en marcha una veintena de medidas tras el accidente que ya está aplicando, que van desde la identificación de los pasajeros hasta la protección de las maletas en los vagones para evitar que golpeen a los pasajeros en un accidente.

AVE a Galicia

Sin embargo, no parece que el Ministerio tenga ninguna intención en cambiar esos 2.500 kilómetros de vía en los que trenes Alvia, considerados de velocidad alta, circulan con el sistema Asfa Digital. Sí que modificarán algunos tramos concretos como es el caso de los 339 kilómetros del Olmedo-Ourense, pero por otras razones: finalizar la línea de AVE de Galicia.

Teniendo en cuenta que toda la red de alta velocidad en España ha supuesto una inversión de más de 40.000 millones no parece exagerado gastarse 1.200 millones de euros más en instalar ERTMS en estos tramos concretos y en la llegada a las estaciones, como recomiendan algunos expertos consultados por este periódico.

Prisas políticas

Dentro de las causas del accidente, aunque sean muy remotas, tampoco deberían quedar fuera las consecuencias que tienen las prisas políticas. Durante la época de José Blanco como ministro de Fomento se podría cuestionar la celeridad con la que se intentó vender que el AVE a Galicia funcionaba, cuando realmente sólo hubo dos tramos sueltos (Madrid-Olmedo y Ourense-Santiago) en los que los trenes podían circular a alta velocidad y con el sistema ERTMS incorporado.

En la práctica ello suponía una línea híbrida en la que los trenes cambiaban de velocidad constantemente y transitan con varios sistemas diferentes de señalización, lo que incide en la seguridad. El actual Gobierno también ha sido tentado por las prisas políticas.

Hace más de un año se inauguró el AVE Albacete-Alicante sin que el sistema ERTMS estuviera operativo, empleando sólo Asfa Digital. ¿No hubiera sido mejor esperar tres meses más para que se hubiera inaugurado ya con el sistema más seguro del mercado?

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