Empresas y finanzas

BBVA destina 450 millones a ajustes tras la compra de Catalunya Banc

Aún no habían pasado doce horas del anuncio de compra de Catalunya Banc por parte de BBVA cuando la entidad que preside Francisco González organizó una rueda de prensa digital para explicar los detalles de la operación. Los primeros ejecutivos del banco dieron la imagen de que la adquisición estaba muy trabajada y calculada, pero guardaron silencio sobre los dos aspectos más conflictivos: los futuros ajustes de plantilla y la continuidad de la marca Catalunya Caixa.

El BBVA ha reservado una partida de 450 millones de euros para hacer frente a la reestructuración de su red de oficinas en Cataluña. Allí el banco tiene 756 oficinas y ahora añadirá las 730 de Catalunya Caixa, el 80 por ciento en la provincia de Barcelona. Fuera del mercado catalán, la antigua caja apenas conserva 43 oficinas.

En cuanto a la plantilla, Catalunya Banc cuenta con 4.676 empleados (sin incluir los que ya se encuentran en un expediente de regulación de empleo). Aunque el banco no quiso hablar del tamaño del ajuste, sí que adelantó que el 80 por ciento de los 450 millones reservados para la reestructuración "se aplicarán antes de la fecha de cierre de la operación", prevista para el primer trimestre de 2015.

El objetivo es acelerar el proceso lo máximo posible, ya que el BBVA se ha comprometido con sus accionistas a que la compra de Catalunya Banc aporte 300 millones a la cuenta de resultados consolidada en 2018.

Otra incógnita del proceso es saber el futuro de la marca Catalunya Caixa. Ayer los responsables de BBVA aseguraron que la decisión "no es una prioridad", pero es probable que acabe desapareciendo como ocurrió con Unnim en 2012. Los que defienden el valor comercial de la marca en Cataluña deberían recordar que BBVA ya prescindió de la insignia Banca Catalana tras habérsela adjudicado.

Pagar solo 735 millones

Que se impusiese en la puja por sorpresa, como también ocurrió con Unnim, al Santander y Caixabank, a los que se veía con más opciones, cotizó en bolsa. El parqué premió ayer con un empuje del 2,56 por ciento en su acción una operación que le aúpa al liderazgo del ranking de activos nacional y duplica su cuota de mercado en Cataluña, situándole solo por detrás de CaixaBank.

"Es una magnífica operación", se congratularon ayer el director de Estrategia y Finanzas del banco, Jaime Sáenz de Tejada, y la responsable del Negocio en Portugal y España, Cristina de Parias. El banco ha comprometido hasta 1.187 millones en pago al Fondo de Reestructuración (Frob), pero su talón final podría reducirse a 735 millones si se declaran distintas contingencias porque el gasto final depende de cómo evolucionen determinadas garantías. De ese importe, el 60,01 por ciento irá al Frob (783,54 millones, en caso de cobrar el importe máximo y no tener que cubrir los riesgos asegurados) y 384,46 millones al Fondo de Garantía, propietario del 32,39 por ciento de Catalunya Caixa.

Y es que el banco ha solicitado garantías al Ministerio de Hacienda sobre 400 millones en créditos fiscales generados por la entidad catalana cuando transfirió sus activos tóxicos al banco malo o Sareb, cuyo reconocimiento no está claro -su cheque fiscal total, incluida esta partida se eleva a 3.500 millones-. Si el departamento dirigido por Cristóbal Montoro niega el aval o la respuesta no ha llegado cuando se firme la escritura de venta, el BBVA se ahorrará 267 millones.

El organismo dirigido por Antonio Carrascosa también protege al BBVA por hasta 531,3 millones en caso de que se declaren pérdidas ligadas a litigios por las participaciones preferentes o rompa el acuerdo bancoasegurador que Catalunya Caixa mantiene con Mapfre. En el Frob ven altamente improbable que deban atender todas las contingencias, y limitan a 185 millones las pérdidas "razonables" por dicho blindaje (solo en compensación a Mapfre esperan una compensación de 140 millones porque Catalunya Caixa tiene el resto de la indemnización provisionada).

"El resultado ha sido bueno, evidentemente sin olvidar que no ha sido posible compensar las inyecciones de capital" realizadas en Catalunya Caixa, indicaron en el Frob.

Su venta, fallida en otras dos ocasiones anteriores, se cierra con 11.700 millones en ayudas irrecuperables para el Erario, aunque liquidarla hubiese disparado la factura a 17.846 millones según estimaron en su día los expertos al Frob. La entidad ya había recibido 12.059 millones y ahora habrá que sumar 857 millones adicionales por los costes probables ligados a la venta del banco (185 millones en garantías al BBVA, y 672 millones en inversión y avales para colocar a Blackstone la cartera hipotecaria que se desgajó para asegurar el éxito de la subasta).

Quebrantos para el Estado

En el BBVA, que se ha erigido ganador por colocar sobre la mesa la oferta más generosa, defendieron la "racionalidad estratégica" y económica de la puja. Lo financiará con recursos propios y espera que el impacto de capital se limite a 55 puntos básicos (su ratio se situaba en el 10,8 por ciento en marzo). Según sus cálculos, la operación hará crecer el beneficio por acción desde el segundo ejercicio y no alterará su política de dividendo de repartir entre el 35 y 40 por ciento del beneficio en efectivo a los accionistas.

BBVA confía que le aporte 300 millones al beneficio del grupo a partir de 2018, genere una rentabilidad del 15 por ciento sobre la inversión y le permita extraer 1.200 millones en sinergias. Gran parte es por la potencial reestructuración, ya que espera ahorrarse hasta un 40 por ciento de los costes de explotación base de Catalunya Caixa.

La otra pata es el potencial de rentabilizar la franquicia. Suma 1,5 millones de clientes -Unnim aportó otro millón-, 63.000 millones en activos, 25.600 millones en depósitos y una cuota de mercado del 11 por ciento en Cataluña y 2,6 a escala nacional. "Permite fortalecer de forma significativa" la presencia en una de las zonas "más ricas y de mayor potencial" ahora que la economía encamina su crecimiento.

La operación se cerrará en 2015, tras haber superado BBVA y Catalunya Caixa los exámenes del BCE de forma independiente, si bien fuentes del Frob cree que no presentará problema alguno. La entidad catalana tiene un 14,9 por ciento de core capital.

Algunos clientes de BBVA verán el cambio de mando de forma inmediata porque planea retirar sus claúsulas suelo, vigentes en el 12 por ciento de la cartera hipotecaria.

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