Los bancos europeos y gestores de activos planean vender o reestructurar 584.000 millones de euros en activos inmobiliarios de riesgo para intentar limpiar sus balances en los próximos años, según cálculos de la consultora inmobiliaria Cushman & Wakefield.
En un informe publicado este lunes en Nueva York, la firma asegura que gestores de activos inmobiliarios de la Eurozona como la Sareb o Royal Bank of Scotland están acelerando las ventas de sus activos problemáticos. Pone de ejemplo el banco malo español, cuyas ventas de activos han subido más de un 600% en lo que va de año.
Según Cushman & Wakefield, las ventas de activos inmobiliarios y paquetes de hipotecas podría alcanzar la cifra récord de 60.000 millones de euros este año, en la primera mitad del año ya superan los 40.000 millones de euros.
Grandes fondos como Lone Star Funds y Cerberus Capital Management se encuentran entre los inversores que más se están aprovechando de los 'precios de derribo', un hecho que está haciendo difícil que empresas más pequeñas accedan a este tipo de activos.
El tamaño medio de las operaciones alcanza los 621 millones de euros en la primera mitad de 2014 frente a los 346 millones de euros de un año antes, según el citado informe de Cushman & Wakefield.
Los que más están invirtiendo
Lone Star ha sido el comprador más enérgico a la hora de apostar por activos inmobiliarios de Europa, sólo este año se ha gastado 15.000 millones en este tipo de inversiones. Le sigue Cerberus con 6.300 millones de euros en compras.
Los 584.000 millones de activos no estratégicos de los que se desharán las entidades europeas en los próximos años incluyen préstamos, propiedades embargadas e hipotecas, cuyo valor contabilizado por Cushman & Wakefield es antes de aplicarles ajustes por su depreciación.
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