NUEVA YORK (Reuters Health) - En un estudio sobre mayores de setenta y ochenta años sin demencia, aquellos con más años de educación formal, trabajos mentalmente estimulantes y mayor actividad cognitiva en la última mitad de la vida comenzaron a tener problemas de memoria y procesamiento mental nueve años después que los que los que no tenían vidas tan enriquecidas.
"Sabíamos que la riqueza intelectual durante la vida retrasala aparición del deterioro cognitivo, pero aquí pudimos estimarcuánto ayuda", dijo la autora principal, Prashanthi Vemuri,radióloga de la Clínica y Fundación Mayo, Rochester, Minnesota.
Comentó que factores tempranos de la vida, como la educacióny el trabajo, y la estimulación mental durante la vejez fueronmuy importantes.
Pero, también, la actividad cognitiva durante la medianaedad y la vejez aportó por lo menos algunos de los años extra desalud mental. Y aquellos con menos años de educación formal enla primera mitad de la vida fueron los más beneficiados con laestimulación mental en la edad avanzada.
El equipo de Vemuri evaluó cuán desafiante había sido laeducación y el trabajo de los participantes y cuánto elloshabían desafiado a sus cerebros desde la mediana edad conactividades como la lectura, la socialización o el uso decomputadoras.
Los hombres y las mujeres que acumulaban más años deeducación y trabajos mentalmente estimulantes, como la cirugía,por ejemplo, comenzaron a mostrar signos de deterioro cognitivocinco años después que aquellos con menos educación formal o conoficios manuales, según publican los autores en JAMA Neurology.
Pero, para Vemuri, fue alentador conocer qué cantidad deactividad en la tercera edad parecía provocar alguna diferenciaen el grupo con menos años de educación formal acumulados yocupaciones poco estimulantes.
Independientemente de la educación y la experiencia laboral,las personas que desafiaron sus cerebros por lo menos tres vecespor semana retrasaron más de tres años el deterioro cognitivocon respecto de los que no se esforzaron tanto.
"Las personas con mayor 'reserva cerebral'educativa/ocupacional son más resistentes a los efectos deldeterioro cognitivo", dijo Kevin Duff, neuropsicólogo del Centrode Atención, Estudio por Imágenes e Investigación del Alzheimer,Centro de Salud de University of Utah, Salt Lake City.
"Pero si esa reserva no se acumuló precozmente, lasactividades de estimulación cognitiva en la mediana edad o lavejez también son efectivas."
Esas actividades incluyen la lectura, los crucigramas, elbridge, la pintura, las clases, los instrumentos o hasta losvideojuegos. Lo más importante, para Duff, es hacerlo con placerpara sostenerlo en el tiempo.
FUENTE: JAMA Neurology, online 23 de junio del 2014