
El pinchazo de la burbuja inmobiliaria es un hecho y el incremento del paro en los primeros meses del año (380.344 desempleados más en mayo de este año que en igual mes de 2007), la consecuencia del elevado número de trabajadores de la construcción que se ha quedado sin empleo. Sin embargo, lo peor aún está por llegar: a partir del próximo septiembre se incrementará de forma sensible el número de parados de la construcción, según coinciden los expertos consultados por elEconomista.
Precisamente, en ese mismo mes el Ministerio de Trabajo e Inmigración pretende poner en marcha su plan de recolocación de trabajadores de la construcción en otros sectores, dotado con 201 millones de euros y con una vigencia de un año. Y es que a partir del próximo verano el número de parados en este sector -sólo en mayo se registraron 15.491 parados- crecerá aún más si atendemos al número de proyectos visados por los colegios de arquitectos en 2006 y principios 2007. Sólo en 2006 se visaron 920.000 proyectos, de los que se iniciaron de forma efectiva 760.000.
Un crack del empleo
Tomando como referencia que el tiempo medio que tarda en construirse una vivienda es de 18 meses, a partir de este verano, gran parte de esos proyectos estarán finalizados y muchos de los trabajadores del sector no podrán ser empleados en otros proyectos.
¿Por qué? A falta de cifras oficiales, la estimación que realizan diversos expertos es que durante este 2008 difícilmente se llegará a las 300.000 viviendas iniciadas, mientras que las terminadas oscilarán entre las 500.000 y las 600.000. Con estas previsiones, este verano podría producirse un auténtico crack del empleo en la construcción.
El sindicato CCOO ya lo advertía en su análisis de la situación de la economía española con motivo de los Presupuestos Generales del Estado para 2008. "Parece aproximarse un importante parón en la construcción residencial y que tendrá mayor repercusión a lo largo de 2008, cuando vayan finalizando las promociones en curso y la disminución de nuevos proyectos se refleje más agudamente en las viviendas iniciadas y en construcción. Entonces es cuando el parón que ahora se inicia tendrá mayores repercusiones en la actividad y empleo del sector de la construcción", indicaba el estudio, publicado el pasado noviembre.
Se acerca el gran parón
Uno de los autores de este informe, Luis Zarapuz, del Gabinete Económico Confederal de CCOO, aseguró a este periódico que estamos cerca del momento del "gran parón, ya que no hay volumen de obra que coja el relevo". Por eso, otra de las estimaciones que barajan los sindicatos es que este año se superará el medio millón de parados en la construcción residencial, al tener en cuenta otro promedio: por cada vivienda que no se construye, se destruyen dos puestos de trabajo.
Para el presidente de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), Juan Lazcano, el paro del sector de la construcción todavía "no ha aflorado" en toda su intensidad y comenzará a notarse con más fuerza en el último trimestre del año. Por ello, pronosticó que seguirá habiendo trabajo en el sector hasta que concluyan las obras de las viviendas ya iniciadas, que en 2007 ascendieron a 585.000 unidades.
La recolocación
Según Luis Zarapuz, el plan del Gobierno para reubicar en otros sectores a los parados de la construcción no será "automático". "Un obrero que pone ladrillos podrá recolocarse en una obra civil rápidamente, pero no en un sector completamente diferente, como la atención a la dependencia", afirma.
El portavoz de Trabajo de CiU en el Congreso de los Diputados, Carles Campuzano, reclamará hoy al ministro Celestino Corbacho que "modernice y refuerce" las políticas activas de empleo y los servicios públicos en esta materia "para facilitar una rápida recolocación". Por su parte, la patronal de las grandes empresas de trabajo temporal, Agett, asegura que, en el peor de los escenarios, se puede llegar al 45 por ciento de paro de los más de 5 millones de nuevos ocupados creados desde 1997.
Pero si las 760.000 viviendas iniciadas en 2006 es una cifra excesiva, ¿cuál sería la cantidad más ajustada? Según Saturnino Gil, de MCA-UGT, lo ideal estaría entre 350.000 y 450.000. "Sería algo relativamente razonable", asegura.