Berlín, 25 ago (EFECOM).- Volkswagen rompe con su imagen tradicional y apuesta por la emoción con la presentación en Berlín (Alemania) del coche modelo o concept-car Iroc, un deportivo de cuatro plazas, que reinterpreta el espíritu del Scirocco de los años setenta para marcar un punto de inflexión en los diseños de la marca alemana.
En palabras del director de Volkswagen, Wofgang Bernhard, este vehículo de estudio supone una apuesta "valiente y salvaje" que viene a confirmar que la marca que dirige está "apretando el acelerador" y que pronto habrá productos nuevos.
El Iroc no sólo es un paso más hacia la formulación final del nuevo modelo Scirocco, que según fuentes de Volkswagen, es probable que no esté dispuesto hasta, por lo menos, el año 2008, sino que también supone una propuesta de imagen de marca o de pauta de diseño que otros nuevos modelos podrían adoptar.
Lo primero que llama la atención del nuevo diseño es la rejilla del radiador, una estructura amplia formada por hexágonos de aluminio cromado en forma de panal, que supone una novedad absoluta en los modelos de la marca y dota al frontal de un aspecto que evoca los coches de carreras.
Los laterales de esta estructura confluyen directamente en unos alargados faros de xenón, que junto a las dos entradas de aire para refrigerar los frenos que flanquean la parte delantera y un largo capó, conforman un rostro moderno y deportivo, acentuado por el color verde víbora metálico que reviste la carrocería.
Con unas dimensiones de 1.400 milímetros de alto, 4.240 de largo y 1.800 de ancho, el Iroc tiene una apariencia alargada y aerodinámica, que se ve subrayada por la limpieza de unos laterales lisos y afilados donde no sobresale accesorio alguno y por las estilizadas lunetas, que recorren los flancos sin división central.
El techo está compuesto por una luneta de cristal tintado y es extremadamente largo, algo que en principio contradice las proporciones clásicas de los deportivos -techo corto y capó largo-, pero que en este caso, junto al diseño alargado y continuo de las lunetas laterales, contribuye a destacar el dinamismo del coche.
Las columnas posteriores de la estructura desembocan en unos robustos hombros que conforman una parte trasera muy corta en comparación con la longitud del techo, dominada por el amplio portón del maletero y la atractiva presencia de dos tubos de escape trapezoidales.
Tras el portón surge un maletero de 300 litros de capacidad y un habitáculo con cuatro plazas, impregnado por el espíritu deportivo que caracteriza al concept-car diseñado por Volkswagen.
Todo ello está asentado sobre unas gruesas ruedas compuestas por unas llantas de aleación muy dimensionadas de 19 pulgadas, específicamente diseñadas para este vehículo, y unos neumáticos muy anchos de perfil bajo.
El Iroc está equipado con un motor TSI denominado Twincharger, una mecánica de cuatro cilindros alimentada de gasolina, que se caracteriza por la combinación de un compresor y un turboalimentador y es capaz de desarrollar una potencia de 210 caballos.
El cambio de marchas se realiza a través de una caja de cambios automática de doble embrague DSG.
El nuevo modelo de Volkswagen, Iroc, toma su nombre de las cuatro letras centrales de Scirocco, el coupé compacto, espacioso y asequible que la marca alemana presentó hace 33 años en el Salón Internacional de Ginebra.
Tras ello, la primera generación de este automóvil, que aunaba cuatro plazas, buen maletero con portón trasero y una gran presencia, sumó un total de medio millón de unidades producidas.
Ahora, el Iroc representa un paso hacia la traducción de aquel coche al mercado y los gustos actuales, aunque el presidente de la marca Volkswagen reconoce que la presencia o asencia de similitudes entre el futuro Scirocco y el Iroc ahora está en manos de la opinión pública, que será la que juzgue este nuevo diseño. EFECOM
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