
Los beneficios que declaró Nutrexpa durante los años 2011 y 2012, así como su patrimonio neto y sus reservas de esos mismos ejercicios se encuentran infravalorados. O eso es, al menos, lo que asegura PricewaterhouseCoopers (PwC), la firma que se ha encargado de auditar las cuentas de Leviritas, la matriz de la compañía, y que ha incluido salvedades a las mismas por dicho motivo.
Según dice en su informe del ejercicio cerrado el 31 de diciembre de 2012 (el último disponible), "las reservas se encuentran infravaloradas en 5,6 millones de euros (5,09 millones en 2011) y el resultado del ejercico terminado en dicha fecha en 2,1 millones (0,5 millones en 2011), representando un efecto conjunto de infravaloración del patrimonio neto consolidado de 7,8 millones de euros a 31 de diciembre de 2012 (5,6 millones de euros a 31 de diciembre de 2011".
La razón, según PwC, está en que la empresa no ha contabilizado de forma correcta las cuentas a cobrar. Esta partida se encuentra infravalorada en 11,1 millones (8 millones el año anterior). En 2012, Leviritas declaró un beneficio neto de 16,8 millones y en 2011 de 19,2 millones de euros.
El problema de la dueña de Cola Cao y las galletas Cuétara es que esta situación no es nueva y, pese a las advertencias del auditor, se viene repitiendo año tras año. De hecho, en 2009 y 2010 paso algo parecido. En el primer caso, el hecho de no haber contabilizado correctamente las cuentas a cobrar se saldó con que la empresa declaró 1,06 millones menos de lo que realmente había gando, pero en el segundo sucedió sin embargo lo contrario. En 2010 el beneficio resultó sobrevalorado en 271.000 euros. A cierre del ejercicio 2012, la empresa mantenía, por otro lado, una provisión de 827.725 euros, destinada a cubrir los riesgos relativos a las actuaciones inspectoras de Hacienda de las que fue objeto para los ejercicios 2000 a 2003, en relación con varias actas recurridas.
División de la empresa
Las familias Ferrero y Ventura, dueñas de Nutrexpa, pusieron asimismo el pasado jueves fin a 74 años de vida en común en la empresa de la que poseen cada uno un 50% del capital. La llegada de la tercera generación ha hecho inviable la continuidad y la empresa se escindirá en dos. Los Ferrero se quedan Cola Cao y Nocilla y los Ventura las galletas, con enseñas como Cuétara o Artiach.