La máxima en economía de que todo el dinero sale y acaba entrando en el banco central se cumplirá a rajatabla esta semana. Si el día 5 de junio el Banco Central Europeo (BCE) anunciaba un paquete de medidas históricas para reactivar el crédito, entre las que se incluía una destinada a movilizar el exceso de liquidez de la banca, una semana después ese efecto quedará prácticamente neutralizado.
El pasado miércoles entraba en vigor la tasa que aplica el BCE a la banca europea por guardar su exceso de liquidez, esto es, la facilidad de depósito, a la que aplica ahora una tasa del 0,10%. Esta medida tuvo un impacto instantáneo, ya que las entidades retiraron de esta cuenta el miércoles el 65 por ciento de los fondos que depositaban el día anterior. En total 25.500 millones de euros que el BCE conseguía devolver al mercado con esta medida.
Sin embargo, el impacto en su conjunto podría quedar neutralizado siete días después a tenor de los datos publicados por la institución monetaria. Cada viernes el BCE publica la cantidad de dinero que devolverán por adelantado de las dos inyecciones de liquidez que realizó Fráncfort en diciembre de 2011 y febrero de 2012 (LTRO). En concreto, el próximo miércoles las entidades amortizarán un total de 12.000 millones de euros, lo que se une a los 16.000 millones devueltos esta semana. En total, en apenas siete días desde que entrase en funcionamiento la tasa a los depósitos del BCE, la banca europea habrá reintegrado a la institución monetaria 28.000 millones de euros, 2.500 millones más de los que se movilizaron al situar en negativo la facilidad de depósito.
Estas amortizaciones por adelantado (los vencimientos culminan en diciembre de este año y febrero del próximo) han permitido a las entidades financieras deshacerse de una parte de su exceso de liquidez, que ya no necesitaban a medida que mejoraban las condiciones de financiación en el mercado interbancario.