La banca, a través del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) tendrá que asumir un coste mucho mayor por el agujero de la CAM y de Unnim. La institución ha revisado las pérdidas esperadas que deberá asumir en los próximos ocho años en sendas entidades y ha calculado un aumento de las mismas de en torno al 25%, hasta los 5.300 millones de euros, al margen de las aportaciones de capital ya desembolsadas.
En concreto, la cartera de préstamos de la CAM cubierta por el Esquema de Protección de Activos (EPA) sufrirá unas insolvencias de 3.974,33 millones, un 25,3% más que en la anterior revisión efectuada en 2012, según el informe anual del fondo de garantía correspondiente al ejercicio pasado.
En el caso de Unnim, absorbido por BBVA, las pérdidas por los créditos protegidos alcanzarán los 1.323 millones, un 24,5% a mayores de la estimación anterior.
Está previsto que el FGD empiece a afrontar estas pérdidas a partir de este 2014, al menos en el caso de la CAM, ya que según ha informado su adjudicatario, el Sabadell, las provisiones realizadas por la entidad ya se han agotado. El contrato de los EPA estipula que el fondo de garantía cubriría el 80% del agujero de las carteras una vez utilizadas las dotaciones de la alicantina como del grupo catalán.
Un déficit de 1.637 millones
Para asumir la factura, el fondo de garantía ha llevado a cabo una serie de provisiones en los últimos años, que han llevado a su patrimonio al terreno negativo. El déficit del FGD se incrementó el año pasado un 31,2%, hasta los 1.637 millones. Este agujero se vio agrandado por el ajuste en la valoración de la participación en el capital de CatalunyaCaixa (32%) y Novagalicia (26%) por valor de 757 millones.
Para costear el porcentaje de capital en estas dos entidades nacionalizadas, el FGD estableció una derrama extraordinaria para los bancos en los próximos años por 1.800 millones. En enero de este año abonaron la primera parte y en septiembre la segunda.
Sin aportaciones extra
Fuentes del fondo de garantía no prevén ni otra derrama adicional ni un incremento de las aportaciones ordinarias (3 por 1000 de los depósitos) para sufragar el rescate de algunas entidades débiles y las nueva normativa europea, a pesar de que se admite ya que en un principio los cálculos de pérdidas fueron demasiado optimistas y no se descartan que suban en un futuro sobre los actuales.
El FGD ha realizado una hipótesis con un test de estrés para llegar a la conclusión de que no serán contribuciones extras, en el que se aumenta el agujero de la CAM, por ejemplo, en 1.300 millones a los contemplados por Bruselas en el plan de negocio de la operación de compra del Sabadell y se valora en cero la participación en CatalunyaCaixa, que en estos momentos se encuentra en proceso de venta.
Bajo estos parámetros, la hipótesis estima que el patrimonio del fondo superará entre 2.200 y 3.000 millones el requisito establecido por la Comisión Europea de contar con recursos de al menos el 0,8 por ciento de los depósitos en 2014, al disponer de 8.000 millones como mínimo. Además, la banca española habrá asumido los 8.500 millones que debe desembolsar al nuevo Fondo de Resolución europeo.