Por Ben Hirschler
LONDRES (Reuters) - Un grupo de 53 científicos destacadosadvirtió a la Organización Mundial de la Salud (OMS) en contrade clasificar los cigarrillos electrónicos como productos deltabaco, ya que creen que hacerlo pondría en riesgo unaimportante oportunidad para reducir las enfermedades y muertescausadas por el tabaquismo.
La agencia de Naciones Unidas, que actualmente estáevaluando su posición sobre el asunto, ha indicado anteriormenteque estaría a favor de la aplicación de restricciones similaresa las que rigen sobre todos los productos que contienennicotina.
En una carta abierta a la directora general de la OMS,Margaret Chan, los científicos de Europa, Norteamérica, Asia yOceanía argumentaron que los productos de bajo riesgo como loscigarrillos electrónicos son "parte de la solución" en la luchacontra el tabaquismo, no parte del problema.
"Estos productos podrían estar entre las innovaciones desalud más importantes del siglo XXI; salvando, tal vez, cientosde millones de vidas. Debe resistirse el deseo de controlarlos ysuprimirlos como productos derivados del tabaco", escribieronlos expertos.
Documentos filtrados de una reunión anterior en noviembresugieren que la OMS considera a los cigarrillos electrónicoscomo una "amenaza" y quiere clasificarlos de la misma manera quelos productos tradicionales de tabaco, en virtud del Conveniopara el Control del Tabaco.
Esto ha generado alarma entre un número de expertos médicos, y en la creciente industria del cigarrillo electrónico. Untotal de 178 países son parte de la convención internacional yestán obligados a aplicar las medidas que establece, siendoEstados Unidos el país no firmante más notable.
Clasificar a los cigarrillos electrónicos igual que a loscigarrillos normales empujaría a los países a tomar medidasduras para restringir la demanda, incluyendo aumentar impuestos,prohibir la publicidad, introducir advertencias de salud yfrenar el consumo en lugares públicos.
El uso de los cigarrillos electrónicos, que empleancartuchos a pila para producir un vapor inhalable con nicotina,se ha disparado en los últimos dos años y los analistas estimanque la industria tuvo ventas mundiales aproximadas de 3.000millones de dólares en 2013.
Sin embargo, estos dispositivos generan mucha controversiaporque son tan nuevos que no hay pruebas científicas a largoplazo que justifiquen su seguridad.
Muchos temen que puedan ser una "puerta de entrada" para laadicción a la nicotina y a fumar tabaco, a pesar de que losexpertos dicen que "no están al tanto de ninguna evidenciacreíble que soporte esta conjetura".
En respuesta a la carta de los científicos, Penny Woods,presidenta ejecutiva de la Fundación Pulmonar Británica, dijo:"El impacto global de la utilización del cigarrillo electrónicoen la salud pública no está claro en la actualidad".
"Aunque podrían llegar a ser una herramienta importante paradejar de fumar, la falta de regulación de los cigarrilloselectrónicos es problemática", añadió Woods.
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