Límite: 31 de julio. Esa es la fecha que tiene marcada el Gobierno en rojo para poder realizar la privatización parcial de Aena antes de que finalice la actual legislatura, según confirman a este periódico fuentes solventes conocedoras del proceso. Después del tope de las vacaciones de verano, ya no daría tiempo material a lanzar la salida a bolsa del 60 por ciento del capital del gestor público de las infraestructuras aeroportuarias.
Las mismas fuentes añaden que, una vez pasado el trámite de las Elecciones Europeas, se podría volver a reactivar el proceso, aunque la decisión definitiva está en manos de Mariano Rajoy.
Los deberes ya están hechos por parte de Aena y el Ministerio de Fomento, que tienen todo preparado para lanzar el correspondiente roadshow con el que dar a conocer a los inversores institucionales la situación de la compañía en caso de que el Ejecutivo diera luz verde al proceso.
Cuentas saneadas
Y la radiografía es envidiable. El gestor ha logrado en poco más de dos ejercicios dar la vuelta a su situación económica. Si en 2011 registraba unas pérdidas de 25 millones, en 2013 ha logrado volcar la situación con un beneficio neto de 715 millones. El resultado de explotación de Aena Aeropuertos se ha situado en los 1.610 millones de euros el año pasado. Según expertos consultados por elEconomista, los multiplicadores de ebitda que ahora se emplean en el sector para valorar a empresas similares se sitúan entre 8 y 10 veces, por lo que Aena Aeropuertos tendría un valor cercano a los 16.000 millones de euros a cierre de 2013.
Esta cifra se podría disparar hasta los 17.500 millones de euros en el actual ejercicio si se cumplen las previsiones que manejan los analistas para el beneficio de explotación, que fluctuará entre los 1.700 y los 1.800 millones de euros.
Las cifras podrían ser incluso mejores pero desde el sector se aconseja prudencia. Aunque las previsiones de crecimiento de los aeropuertos españoles son muy optimistas, Aena Aeropuertos va a dejar de ingresar este ejercicio 151 millones de euros, que es lo que le costará congelar la subida de tarifas (77 millones) y prorrogar otro año más las bonificaciones por apertura de nuevas rutas y crecimiento de pasajeros (74 millones de euros).
Pese a que el proceso se ha paralizado por las Elecciones Europeas, a iniciativa de los propios inversores ha habido recientes contactos con Aena Aeropuertos para pedir información sobre su situación y sobre su potencia en el caso del lanzamiento de la OPV. A ello se unen hechos significativos como la buena aceptación en el mercado internacional que ha tenido la emisión de bonos de Adif para financiar su endeudamiento y las obras del AVE. En menos de dos horas duplicó las peticiones y logró su objetivo de colocar 1.000 millones de euros a un precio relativamente barato.
Atractivo para el inversor
Para los inversores, el actual atractivo de Aena está motivado por tres razones. La primera de ellas, ya comentada, es el saneamiento de las cuentas. La segunda es que la empresa no necesita un esfuerzo intensivo en Capex porque ya realizó todas las grandes inversiones como la T-4 del Aeropuerto de Madrid Barajas Adolfo Suárez o de El Prat, entre otras (de ahí, su abultada deuda).
La tercera se relaciona con la previsible gran recuperación del turismo en general, ya que la mayoría de los visitantes internacionales de España entran por avión.
Si a estas tres razones se une el fuerte plan de saneamiento de la empresa, que ha incluido la renegociación a la baja de los contratos con los proveedores (en algunos casos disminuyendo el precio en más de un 40%) o la fuerte reestructuración de plantilla con un ERE de 1.250 empleos sobre un total de 15.000, Aena queda bastante bien situada para la entrada de capital privado.
El aumento de pasajeros es una de las claves por las que se recomienda que Aena salga ya a bolsa, ya que todavía tiene recorrido, algo que premia el inversor a la hora de apostar por una operación de estas características. La empresa presidida por José Manuel Vargas finalizó el pasado ejercicio con 187 millones de pasajeros, todavía muy lejos del récord histórico logrado en el año 2007, fijado en 210 millones de pasajeros. Pero la evolución de los cuatro primeros meses de 2014 ha sido esperanzadora, con un crecimiento de clientes del 4,1 por ciento, hasta los 51 millones.
En el caso del apalancamiento, aunque sigue siendo muy elevado, se ha controlado en los últimos dos ejercicios. A finales de 2013, Aena Aeropuertos registraba una deuda financiera neta de 11.394 millones de euros, pasando de representar 14 veces el resultado bruto de explotación a sólo siete veces.
El flujo de caja generado por la compañía (cifra que se obtiene tras restarle al ebitda ajustado, el Capex y los intereses pagados) pasó de los 511 millones negativos en 2011 a los 847 millones de euros en 2013.
Informe del CCP
Aunque Fomento nunca ha definido públicamente cómo será el proceso de OPV, se desvelaron los detalles cuando el Consejo Consultivo de Privatizaciones (CCP) emitió su informe preceptivo, un paso previo que se debe dar antes de que el consejo de ministros apruebe el proceso. Además de asegurar que la operación se adapta a los clásicos principios de publicidad, transparencia y concurrencia que pide el órgano, el CCP también descubrió que la intención del Ejecutivo es crear un núcleo estable formado por entre tres y cinco accionistas de referencia cuya participación en el capital sumada no supere el 30 por ciento del total.