Una alianza global y, en especial, Este-Oeste, para erradicar la pobreza. El presidente de Kazajistán, Nursultan Nazarbayev, clausuró el VII Foro de Economía de Astaná instando a los distintos países a trabajar juntos para acabar con la brecha económica que separa a ricos y pobres y a "diseñar medidas que contribuyan a finalizar la crisis mundial, que genera tensiones sociales y evitar así una posible confrontación".
"La diferencia entre clases no es solo un problema de las regiones pobres, en los países desarrollados, como Alemania o Reino Unido e Italia, se está incrementado esta brecha económica por lo que cada vez hay más inestabilidad social. El trabajo es construir una sociedad igualitaria y sentar las bases para acabar con la pobreza", aseguró Nazarbayev en su discurso de clausura.
Una idea que respaldó el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon a través de una videoconferencia, al pedir "un plan global para luchar contra la pobreza". A su vez, el secretario general de la ONU aprovechó para anunciar que la organización se había puesto manos a la obra para elaborar la nueva agenda de trabajo que se pondrá en marcha a partir de 2015.
En este punto, Martin Sajdik, presidente del Consejo Económico y Social de la ONU, que estaba presente en la clausura del foro, explicó que la agenda de trabajo iba a establecer una hoja de ruta para que los países puedan tomar internamente las decisiones que lleven a acabar con las desigualdades. "Somos interdependientes y eso debe interpretarse positivamente. Los países no pueden ser independientes porque eso acabaría con ellos, hay que aprender a trabajar juntos y ser correponsables del futuro de las economías. Necesitamos crear un mercado común e igualitario para generar puestos de trabajo", sentenció Sajdik que concluyó su intervención haciendo suyas las palabras de Muhamad Yunus, fundador del banco Gremeen, asegurando que "la pobreza tiene que estar en los museos".
La receta que el presidente de Kazajistán puso sobre la mesa para acabar con la pobreza pasa porque todos los países trabajen juntos y confíen los unos en los otros. En este punto, el líder kazajo hizo hincapié en el conflicto de Ucrania y explicó que las tensiones entre el Este y Oeste de Europa siguen surgiendo porque "la sombra de la guerra fría está detrás de nosotros". "La crisis no se puede resolver si el Este va por un lado y el Oeste va por otro. Tiene que haber una alianza este-oeste, tenemos que trabajar todos juntos para salir de la crisis y acabar con la pobreza", sentenció Nazarbayev.
Guiño a la Unión Europea
En este punto, el presidente de Kazajistán hizo un pequeño guiño a la Unión Europea asegurando que los conflictos como el de Ucrania se debían resolver dentro de la legalidad vigente e instó a que no se tomaran decisiones unilaterales ya que "sientan un precedente muy peligroso en el resto de los países", que puede ampliar la tensión y desconfianza entre las distintas regiones y culturas.
"Necesitamos confiar los unos en los otros para salir adelante. Europa y EEUU tienen la tecnología y Asia y África las materias primas", apuntó Nazarbayev antes de asegurar que "el mundo necesita a África y a Asia para salir de la crisis". "Los países emergentes estamos creciendo muy rápidamente y tenemos que modernizarnos. No es una tarea fácil y la tenemos que llevar a cabo trabajando con nuestros vecinos", explicó el líder de Kazajistán. En esta línea, el país euroasiático va a firmar el próximo 29 de mayo la creación de la Unión Económica Euroasiática junto a Rusia y Bielorrusia.
El reto de acabar con la pobreza en el mundo fue el tema principal de la clausura del foro celebrado estos días en Astaná, la capital de Kazajistán. El banquero y economista de Bangladés, Muhammad Yunus, abogó por evitar que los pobres dependan de la caridad e instó a los países a poner en marcha un sistema como los microcréditos para permitir a la gente que haga las cosas "por si mismos" y así puedan trabajar para salir de la pobreza.
"No debe haber una ayuda institucionalizada. Hay que hacer las cosas por uno mismo", sentenció antes de apuntar que un gran ejemplo de esta iniciativa son las mujeres ya que suponen el 80 por ciento de la personas que solicitan microcréditos. Por otra parte, Muhammad criticó que las ganas de hacer dinero estén por encima de las necesidades y la saluda de la población. Así, el banquero y economista explicó que la tecnología móvil permite actualmente que la gente se haga un chequeo general pero que no se ponía esa tecnología al alcance de la población porque "el dinero es más importante que la salud".