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Las consultas pediátricas de urgencia por dolor y tos a menudo terminan con una receta de codeína

Por Andrew M. Seaman

NUEVA YORK (Reuters Health) - A pesar de la recomendación deno usar codeína en niños, unequipo halló que muchos médicos de urgencias aún recetan esosopioides potencialmente peligrosos para tratar el dolor y la tosinfantil.

Los autores detectaron que la indicación pediátrica decodeína en las salas de urgencias de Estados Unidoshabía disminuido en el período 2001-2010, pero entre 559.000 y877.000 niños aún la seguían recibiendo cada año.

"Con mi colega percibíamos que era un asunto importante paraconocer con qué frecuencia se usa en Estados Unidos y generarconciencia al respecto", dijo la autora principal, la doctoraSunitha Kaiser, de la Universidad de California en SanFrancisco.

La codeína es un opioide que se usaba para tratar el dolor yla tos en los niños. Cuando se descompone en morfina en elorganismo, modifica la percepción del dolor en el cerebro.Además, reduce la necesidad de toser.

El fármaco también calma la respiración. Hasta un tercio delas personas, según la etnia, lo metaboliza mucho más rápido quelo habitual, lo que puede generar una sobredosis. Existe unadocena de informes de muertes infantiles por dosis normales decodeína en los denominados metabolizadores ultra rápidos, segúnpublica Pediatrics.

El doctor Alan Woolf, coautor de un comentario sobre elestudio, agregó que algunos organismos no metabolizansuficientemente el producto para que sea eficaz. Además, sepuede abusar de su consumo.

Varias instituciones, como la Academia Estadounidense dePediatría (AAP, por su sigla en inglés) y el ColegioEstadounidense de Neumonólogos (ACCP), no recomiendan el uso dela codeína para tratar la tos o las infecciones respiratoriassuperiores en los niños.

El Ministerio de Salud de Canadá y la Agencia Europea deMedicamentos prohíben su uso en menores de 12 años.

Los autores usaron datos representativos de 189 millones deconsultas de urgencias de pacientes de entre tres y 17 años enel período 2001-2010.

La proporción de niños y adolescentes tratados con codeínaen la consulta o que se llevó una receta con el fármaco seredujo del 4 al 3 por ciento en 10 años. "Pero cuando miramos lacantidad real de recetas administradas durante las consultas,seguían siendo cientos de miles por año", dijo Kaiser.

Con su equipo detectó que el mayor porcentaje de lareducción había sido en los pacientes más pequeños.

Además, los autores revisaron si el cumplimiento de lasguías de la AAP y el ACCP del 2006 estaba asociado con esareducción de las indicaciones. No lo estaba. Observaron tambiénla posibilidad de que los médicos recetaran codeína en lasconsultas de urgencias por ubicación. Los niños negros nohispanos eran menos propensos a recibir la indicación que losniños blancos no hispanos.

"Ignoramos los motivos detrás de esas diferencias", dijoKaiser, para quien conocer por qué algunos médicos son menospropensos a recetar codeína en ciertas zonas o a ciertospacientes ayudaría a reducir su uso.

En su comentario, Woolf y su colega señalan que en 2011 seescribieron más de 1,7 millones de recetas de codeína en EstadosUnidos para pacientes menores de 17 años. Woolf, pediatra delHospital de Niños de Boston, recomendó que los padres lespregunten a los médicos si existen terapias alternativas sincodeína.

"Eso no quiere decir que hay que contradecir a los pediatrasy los médicos, sino por lo menos abrir el diálogo", dijo ydestacó la importancia de la educación médica.

FUENTE: Pediatrics, online 21 de abril del 2014.

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