
Las cajas de ahorro cerraron 3.100 oficinas el pasado año y desde el comienzo de la crisis han recortado el número total de sucursales un 34%, según la CECA. Estos cierres, junto con los ajustes que los bancos hacen por su lado, están provocando que encontar un cajero automático sea ahora menos fácil que en 2008. Según datos del Banco de España, durante la crisis han desaparecido casi 9.500 cajeros automáticos.
En apenas seis años se han reducido casi un 14% el número de cajeros al pasar de 61.714 en 2008 a 52.221 al cierre de 2013. En total, 9.493 dispensadores automáticos menos que han ido desapareciendo por el fuerte ajuste que está sufriendo el sector financiero español.
Desde que comenzó la crisis en 2008 se ha pasado de 1,38 cajeros por cada 1.000 habitantes a 1,12 cajeros. En la actualidad hay 1 cajero instalado por cada 892 personas frente a los 724 habitantes que había por cajero hace seis años.
Cierre de 1.600 cajeros por año
Durante la crisis no han parado de desaparecer cajeros automáticos en España, casi 1.600 por año desde 2008. Una cifra que contrasta con la recuperación que ha registrado el número de tarjetas en circulación en el último año.
En 2008 había casi 75 millones de tarjetas de crédito y débito, una cifra quem según los datos del Banco de España, se había reducido a 69,75 millones en 2013, un 7% menos. Sin embargo, el año pasado fue el primero de la crisis en el que las tarjetas se recuperaron subiendo el 1,4% frente a 2012.
La subida fue principalmente llamativa en las tarjetas de crédito, que prácticamente han vuelto a niveles precrisis. El año pasado había 43,26 millones de tarjetas, dos millones más que los 41,33 millones de 2012 y un nivel que se acerca a los 44,82 millones que había en circulación en 2008.