Empresas y finanzas

Japón mira al etanol como salvador y fuente de nuevos retos

Gonzalo Robledo

Tokio, 18 ago (EFECOM).- El encarecimiento del petróleo y la necesidad de reducir la contaminación ambiental incentivan en Japón las investigaciones de carburantes como el etanol, un combustible ecológico cuya producción presenta nuevos retos.

El Gobierno japonés ha diseñado un programa denominado la Nueva Estrategia Nacional de Energía, basado en la premisa de que los precios del petróleo no solo permanecerán altos, sino de que a medio plazo se encarecerán aún más.

La nueva estrategia fija objetivos numéricos y busca reducir la dependencia nipona de petróleo para propulsar autos, aviones y barcos, del 50 por ciento actual al 40 por ciento en el año 2030.

Con el fin de asegurar un suministro estable de petróleo, Japón ha aumentado su participación en los proyectos de exploración petrolífera en el mundo.

Sin embargo, la tendencia de regiones como Latinoamérica a nacionalizar recursos energéticos, anticipan dificultades para Japón a la hora de asegurar un suministro estable, según la prensa económica local.

Por otra parte, aunque Japón produce alrededor del 35 por ciento de su electricidad en centrales nucleares, el hecho de ser el único país en la historia que ha sufrido el ataque de bombas atómicas se traduce en oposición a la hora de construir nuevos reactores.

Según un informe del diario económico Nihon Keizai, las opciones para el futuro energético para Japón pasan por aumentar el número de automóviles con motores diesel y el de híbridos, que combinan propulsores de gasolina y electricidad.

La industria mundial del transporte consume las dos terceras partes de la energía y es la primera interesada en promover el uso de combustibles alternativos, como el hidrógeno, el gas licuado y el etanol.

Para no depender de un productor único de combustible, que en el caso del etanol es Brasil, Japón promueve el desarrollo del nuevo carburante biológico que al arder libera sólo el CO2 que ya ha sido absorbido por los vegetales.

La prefectura de Okinawa, un grupo de islas del sur de Japón con clima subtropical, ha sido seleccionada por el Gobierno para promover la producción del combustible ecológico.

Okinawa, en donde se concentra el grueso de las bases militares estadounidenses, recibirá trato preferencial para promover la producción de caña de azúcar destinado al etanol, el cual, a su vez, tendrá reducción de impuestos.

También en Okinawa, las cervecerías Asahi y el Centro Nacional de Investigaciones Agrícolas de las Regiones Kyushu y Okinawa (KONARC, por sus siglas en inglés) cultivan la denominada "caña monstruo", un vegetal que, según los investigadores, produce más del triple de etanol que otros tipos de caña de azúcar, sin afectar a la producción de azúcar.

La constructora Taisei y la comercializadora Marubeni formaron la empresa Bioethanol Japan Kansai, que espera producir desde el próximo año 1.400 kilolitros anuales de etanol.

La nueva compañía utilizará un sistema que extrae el azúcar presente en las maderas de desecho y lo convierte en etanol y será ampliada para producir 4.000 kilolitros anuales.

Tal volumen contrasta con los 261 millones de litros de etanol comprados el año pasado por Estados Unidos a Brasil, país pionero que produce cerca de 15 millones de kilolitros anuales de etanol y que es el único exportador actual de ese combustible.

Aparte de asegurar terreno para el cultivo masivo de la caña de azúcar, las dificultades del etanol incluyen el efecto corrosivo en los tubos de los automóviles que lo usan.

El Gobierno japonés promueve la fabricación de vehículos que funcionen con un combustible que contenga un 10 por ciento de etanol y a su vez intenta determinar los estándares para la tecnología que evite la corrosión. EFECOM

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