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Programas de prevención de la obesidad servirían parareducir la presión sanguínea infantil

Por Shereen Jegtvig

NUEVA YORK (Reuters Health) - Un equipo observó que losprogramas preventivos orientados a la alimentación y laactividad física son más efectivos que aquellos que se ocupan deuna y otra.

La Asociación Estadounidense del Corazón recomiendacontrolar anualmente la presión sanguínea de los niños porque ladetección temprana de la presión alta ayudará a cuidar mejor lasalud de ese sector de la población.

La doctora Bonita Falkner, de la Escuela de MedicinaJefferson de la Thomas Jefferson University, Filadelfia, comentóque por lo menos el 3,5 por ciento de los niños y losadolescentes estadounidenses son hipertensos y que otro 3,5 porciento tiene valores levemente elevados.

La presión alta es más común en los niños con sobrepeso uobesidad, de modo que los autores de la nueva revisión de laliteratura publicada indagaron si los programas de prevención dela obesidad también alcanzaban los valores de presión.

"Los valores de presión durante la niñez se trasladan a laedad adulta y si los niños tienen presión elevada son más propensos a volverse adultos hipertensos", dijo por e-mail eldoctor Youfa Wang, de la Universidad Estatal de Nueva York,quien indicó que la revisión es parte de un estudio más grandesobre la obesidad infantil que financia la Agencia para laInvestigación y la Calidad de la Atención de la Salud.

El proyecto también incluye investigadores de la EscuelaBloomberg de Salud Pública de la Johns Hopkins University, Baltimore.

El equipo de Wang analizó 23 estudios sobre intervencionesorientadas a la obesidad con un total de 19.000 niños. Esos programas incluían dieta, actividad física o ambas y duraban porlo menos un año o seis meses si ocurrían en la escuela.

En los estudios se habían comparado grupos que habíanrealizado una intervención con los que no lo habían hecho y, en la mayoría, los niños habían participado de esos programas ogrupos controles al azar.

En total, los autores de esos 23 estudios habían evaluado 28 intervenciones escolares o combinadas(hogar-escuela).

Cuatro intervenciones tuvieron efectos positivos en lacantidad de grasa corporal y los valores de presión, mientrasque 11 habrían reducido los valores de presión, sin influir enla grasa corporal.

El equipo de Wang combinó los resultados de 19 estudios queproporcionaban información sobre la presión sistólica (valormáximo) y 18 que lo hacían sobre la presión diastólica (valormínimo). Halló que los programas de prevención de la obesidadhabían logrado reducir 1,64 mm Hg la presión sistólica y 1,44 mmHg la presión diastólica en los niños.

La variación era aún mayor en los estudios con un enfoquecombinado de intervenciones alimentarias y físicas, segúnpublica el equipo en Circulation.

"No es un efecto enorme, pero todos los datos que el equiporevisó con el análisis de distintos proyectos parecenoptimistas", dijo Falkner, que no participó del estudio. "Demodo que es esperanzador saber que puede obtenerse algún efecto.Ningún niño adelgazó demasiado, pero por lo menos se logróreducir los valores de presión".

Falkner comentó que el control de la presión es parte delcuidado de la salud pediátrica, como lo es el control de laestatura y el peso. Pero decidir qué valores son normales ycuáles indican presión alta es más difícil que en los adultos,"en los que 140/90 mm Hg es el punto de corte aceptado. Si lapresión supera esos valores, se transforma en un factor deriesgo cardiovascular".

FUENTE: http://bit.ly/1j1j3Gy

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