Por Kathleen Raven
NUEVA YORK (Reuters Health) - El consumo de bebidasenergizantes con alto contenido de cafeína, como Amp, Red Bull oRockstar, podría ser un signo claro de otros problemas entre losestudiantes secundarios, según sugiere un estudio canadiense.
En los casos de los estudiantes que reportaron consumirbebidas energéticas con mayor frecuencia, existían másprobabilidades de que también dijesen sentirse deprimidos, quebuscasen experiencias de riesgo, que bebiesen alcohol o quefumasen.
"Los jóvenes tienden a mezclar el alcohol o las bebidasenergizantes, y eso también es un problema", dijo el autorprincipal, Sunday Azagba, científico del Centro de Investigaciónde los Efectos Poblacionales de la Salud Propel, de laUniversidad de Waterloo, Canadá.
En una encuesta a 8.210 estudiantes secundarios de colegiospúblicos de las regiones canadienses de la costa del Atlántico,el 62 por ciento respondió que había consumido por lo menos unabebida energizante en el año anterior. Uno de cada cinco dijoque lo hacía por lo menos una vez al mes.
"Queremos crear conciencia sobre el alto consumo de bebidasenergizantes entre los estudiantes secundarios", agregó Azagba.
Los investigadores saben más sobre el consumo de bebidasenergéticas entre adultos y estudiantes de educación superior,pero los adolescentes podrían ser más suceptibles a un productoque es promovido como osado, excitante y rebelde, sostuvo.
El equipo destacó que la población de América del Nortegasta miles de millones de dólares por año en bebidasenergizantes.
En las encuestas, preguntaron a los estudiantes sobre ladepresión y el uso de drogas. La búsqueda de emociones se midióen las respuestas con declaraciones como, "me gusta explorarlugares extraños", o, "Me gusta hacer cosas que asusten". Losestudiantes también informaron su promedio de notas en elcolegio.
Para eliminar las respuestas poco confiables, losinvestigadores no incluyeron a los estudiantes que reportaronutilizar una droga ficticia ofrecida como opción en elcuestionario.
El consumo de bebidas energizantes era más común entre losque buscaban experiencias de riesgo, aquellos con altos nivelesde depresión, los que fumaban y los que consumían marihuana yalcohol, dijeron los investigadores.
Los hijos de padres universitarios reportaron un menorconsumo de ese tipo de bebidas que el resto, como así tambiénaquellos con una calificación académica promedio de "B" osuperior.
Por otro lado, aquellos que convivían con sólo con el padreo la madre eran más propensos a consumir bebidas energizantes.
Finalmente, Azagba y su equipo observaron que losestudiantes más jóvenes consumían más bebidas cafeinadas que losmás grandes y que los varones bebían más que las mujeres.
"El público, en especial los padres, deben estar al tantosobre el aumento del consumo de estas bebidas entre losadolescentes jóvenes", opinó Yvonne Terry-McElrath, delInstituto de Investigación Social de la Universidad de Michigan,Ann Arbor, quien no participó del estudio.
"Creo que muchos padres no reconocen la diferencia ente unaMonster y una Coca Cola", agregó.
Una Coca Cola o una Pepsi de unos 600 cc tienen cerca de 60mg de cafeína. La mayoría de las bebidas energizantes tienen elequivalente de al menos 160 mg por cada porción de 470 cc.
El exceso de cafeína está asociado con trastornos de saludcomo los problemas cardíacos, la irritabilidad, los trastornosdel sueño y el nerviosismo entre los jóvenes, según publica elequipo en su investigación en la publicación en internetPreventive Medicine del 4 de febrero.
"Las bebidas energizantes no son sólo una alternativa a unalata de Coca Cola o Mountain Dew", agregó Terry-McElrath.
Tampoco se las puede considerar extras de las bebidasdeportivas, según dijo, porque "contienen niveles extremadamentealtos de estimulantes, como la cafeína, el guaraná y lataurina".
"Los niños están bajo mucha presión social para consumir esetipo de bebidas", agregó.
A través de una declaración que Red Bull envió a ReutersHealth mediante correo electrónico, la empresa sostiene que elestudio "no dice nada nuevo".
"No hay evidencia, aquí o en cualquier otro lado, de que elconsumo de bebidas energizantes promueva el consumo de drogas oconductas asociadas", agregó.
Maureen Beach, portavoz de la Asociación Estadounidense deBebidas, coincidió en que "es importante destacar que (elestudio) analizó asociaciones, no causas".
FUENTE: http://bit.ly/1flEwWv