KIEV (Reuters) - El fugitivo presidente de Ucrania, Viktor Yanukovich, derrocado después de unas sangrientas protestas en las que los manifestantes recibieron disparos de francotiradores de la Policía, es buscado por asesinato en masa, dijeron el lunes las autoridades ucranianas.
Mientras los vecinos al este y el oeste de la ex república soviética dicen que el vacío de poder en Kiev no debe llevar a una ruptura del país, el presidente provisional Oleksander Turchinov dijo que los nuevos líderes de Ucrania querían unas relaciones con Rusia en una "nueva base igual de buenos vecinos que reconozca y tenga en cuenta la elección europea de Ucrania".
La jefa de Política Exterior de la UE, Catherine Ashton, viajará el lunes a Ucrania, donde se espera que debata medidas para apoyar su maltrecha economía, a la que el Ministerio de Finanzas dijo que le hacían falta 35.000 millones de dólares en ayuda externa para los próximos dos años, y que el primer tramo era necesario en dos semanas.
Yanukovich, que desapareció el sábado, sigue en fuga.
"Se ha abierto un caso oficial por el asesinato en masa de ciudadanos pacíficos", escribió el ministro interino de Interior Arsen Avakov en su perfil de Facebook. "Yanukovich y otras personas responsables de esto han sido declarados como buscados", agregó.
Yanukovich ha abandonado una residencia personal en la región de Balaclava, en la región de habla rusa de Crimea, hacia un destino sin identificar en un coche con uno de sus asistentes, dijo Avakov.
En la plaza de la Independencia del centro de Kiev, el principal punto de las protestas, seguían alzadas las barricadas de muebles viejos y neumáticos y había humo de hogueras entre las tiendas de la acampada ocupadas por los manifestantes que se quieren quedar hasta la celebración de elecciones en mayo.
El sentimiento entre los pocos cientos que resisten en la plaza era de una mezcla de fatiga y pena por los 82 muertos de la semana pasada, y había una sensación de victoria después de tres meses de protestas. Una gran pantalla de vídeo junto al escenario mostraba las caras de los fallecidos, uno tras otro, en bucle.
"Ahora no es el momento de celebraciones. Todavía estamos en guerra. Estaremos aquí lo que debamos estar", dijo Grigoriy Kuznetsov, de 53 años, vestido de negro con atuendo de combate.
Galina Kravchuk, una mujer de mediana edad de Kiev, llevaba un clavel. "Ahora miramos hacia Europa. Tenemos esperanza. Queremos unirnos a Europa", dijo.
Rusia llamó el domingo a consultas a su embajador en Ucrania por el "deterioro de la situación", en Kiev.
Un día después de la huida de Yanukovich, el Parlamento nombró al nuevo portavoz, Turchinov, como jefe de Estado provisional. Aliado de la opositora Yulia Tymoshenko, pretende crear un Gobierno el martes para dirigir las cosas hasta las elecciones presidenciales el 25 de mayo.
CURTIDOS EN LA BATALLA
Con los manifestantes curtidos en la batalla a favor de Europa controlando Kiev y decididos a que los políticos rindan cuentas, los parlamentarios se apresuraron a cimentar su poder, mostrar su rechazo a una rampante corrupción y hacer que los responsables de ordenar los tiroteos en la plaza asuman su responsabilidad.
Pero quienquiera que sea el primer ministro interino se enfrenta a un enorme desafío para satisfacer las expectativas populares y se encontrará una economía en crisis.
Las refriegas en Crimea y ciudades del este ente los que apoyan el nuevo Gobierno en Kiev y los que quieren seguir cerca de Moscú reavivaron los temores a un separatismo que hace una semana se originaba en el oeste, donde los nacionalistas ucranianos habían renegado de Yanukovich y proclamaron su autonomía.
La asesora de Seguridad Nacional del presidente de Estados Unidos, Susan Rice, se refirió en televisión a la posibilidad de que Rusia envíe tropas a Ucrania, que el presidente Vladimir Putin esperaba que Yanukovich mantuviese como un aliado cercano de Moscú.
"Eso sería un grave error", dijo Rice. "No se beneficia a Ucrania, ni a Rusia, ni a Europa o Estados Unidos el ver la división de un país. No beneficia a nadie ver que la violencia regrese y que la situación se agrave", agregó.
La huida de Yanukovich ha dejado hecha jirones la política de Putin en Ucrania en una jornada en la que esperaba que todas las miradas estuvieran puestas en la clausura de los Juegos Olímpicos de invierno de Sochi. El líder del Kremlin habló el domingo con la canciller alemana, Angela Merkel, cuyo ministro de Exteriores había mediado una corta tregua el viernes en Kiev.
Los mandatarios acordaron que se debe mantener la "integridad territorial de Ucrania", dijo un portavoz de Merkel.
El secretario británico de Relaciones Exteriores, William Hague, también preguntó si Rusia podría "enviar tanques" para defender sus intereses entre las personas de etnia rusa en el este y en la península de Crimea, donde Moscú tiene a su flota del Mar Negro.
"Realmente no sería beneficioso para Rusia hacer algo así", dijo a la BBC.
Anteriormente este mes, un asesor del Kremlin advirtió de que Moscú podría intervenir.
Es improbable que Estados Unidos y sus aliados de la OTAN se arriesguen a una confrontación militar abierta con Rusia, pero estos ecos de la Guerra Fría subrayan lo que hay en juego en Ucrania, cuyos 46 millones de habitantes están en medio de una disputa geopolítica.
OFERTAS EUROPEAS
Responsables de la UE ofrecieron ayuda financiera al nuevo Gobierno y revivir un acuerdo comercial que Yanukovich rechazó bajo presión de Rusia en noviembre, lo que inició las protestas que lo sacaron del poder después de la muerte de 82 personas esta semana, muchas víctimas de francotiradores de la policía.
Los responsables de la UE han ofrecido ayuda financiera para un nuevo Gobierno y para resucitar un acuerdo comercial que Yanukovich rechazó bajo presión de Rusia en noviembre y que desencadenó las protestas que lo han expulsado de su oficina.
Estados Unidos también ha prometido ayuda. Pero los presupuestos son ajustados en la UE y en Washington, y los prestamistas internacionales como el FMI podrían seguir cautos ante los rivales de Yanukovic, cuyos años en el Gobierno antes de que él llegara al poder no fueron un éxito económico.
Pero el deseo por evitar la inestabilidad y apoyar lo que los votantes occidentales ven como un movimiento democrático amenazado por el dictado ruso puede abrir los bolsillos, al menos para calmar a Ucrania hasta las elecciones.
El secretario del Tesoro estadounidense, Jack Lew, alentó a Ucrania para que inicie conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre un paquete de ayuda lo antes posible una vez que esté marcha el Gobierno de transición en Kiev.
Lew habló con Arseny Yatsenyuk, miembro del nuevo Gobierno provisional ucraniano, mientras volvía a Washington desde la reunión del G20 en Sídney, donde hubo un amplio apoyo a un paquete del FMI, según un responsable económico.
En Rusia, donde Putin quería que Ucrania formara parte de una unión de estados exsoviéticos, el ministro de Finanzas dijo que el próximo tramo de ayuda de 15.000 millones de dólares no se pagaría, al menos hasta que se forme un nuevo Ejecutivo.
El ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov, dijo al secretario de Estado estadounidense John Kerry que la oposición había "tomado el poder" a la fuerza al ignorar una tregua que habría dejado a Yanukovich a cargo.
Pero incluso los parlamentarios del partido de Yanukovich votaron por su expulsión el sábado y le culparon por la crisis. Los oligarcas de las empresas se distanciaron de este hombre, visto como su representante en la Presidencia.
En una muestra de las pasiones divididas de los ucranianos entre la cultura rusa y la ucraniana, la televisión local de Ketch, en el este de Crimea, mostró a una multitud quitando la bandera azul y amarilla de Ucrania frente al Ayuntamiento e izó la blanca, azul y roja rusa.
En una ajetrada ronda de votaciones en el Parlamento, los legisladores aprobaron medidas para calmar a las masas en contra de la antigua administración, conscientes de que los que siguen ocupando la plaza de la Independencia - o Maidan - siguen sospechando de la clase política.
Desposeyeron a Yanukovich de su opulenta casa cerca de Kiev, con una granja de avestruces, alimentando las demandas de que rinda cuentas por robar el dinero de los contribuyentes.
Turchinov dijo que habría un Gobierno para el martes.
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