Empresas y finanzas

Londres dice a Escocia que si se independiza dejará la libra esterlina

EDIMBURGO, Reino Unido (Reuters) - El ministro británico de Finanzas, George Osborne, advirtió el jueves a Escocia de que no podrá mantener la libra esterlina si vota a favor de la independencia en el referéndum del 18 de septiembre.

En un tono inusualmente duro, el ministro dijo que la ruptura de una unión que se mantiene desde hace 307 años costaría caro a los escoceses en términos de comercio y finanzas. Los nacionalistas escoceses lo calificaron de acoso y dijeron que sus palabras se volverán en su contra.

"Si Escocia deja Reino Unido, deja la libra esterlina", dijo a un grupo de unos 200 empresarios en un hotel con una vista panorámica sobre la capital escocesa, Edimburgo.

Negándose a entrar en el debate de si la contundencia de sus palabras molestaría a algunos escoceses, afirmó que el pueblo escocés debe tener los hechos claros antes de tomar su decisión más importante en tres siglos.

"La libra no es un activo que se pueda dividir entre dos países tras una ruptura, como si fuera una colección de discos", agregó quien es el aliado más próximo del primer ministro, David Cameron.

La votación de septiembre está abierta a unos cuatro millones de los 5,3 millones de residentes en Escocia mayores de 16 años, y los sondeos muestran que los nacionalistas van por detrás, aunque la ventaja está comenzando a reducirse.

Ante el aumento de la incertidumbre, el debate se ha ido calentando, y las palabras de Osborne llegan después de que la semana pasada Cameron hiciera una defensa patriótica de la unidad.

El mensaje del ministro de 42 años, arquitecto de la dirección emprendida por la economía del país para reducir el gasto, fue mucho más duro: si dejan Reino Unido, abandonarán también a libra y pagarán tipos de interés más caros.

"No hay ninguna razón legal por la que el resto de Reino Unido debiera compartir su moneda con Escocia", afirmó Osborne, que coordinó su postura con los otros dos grandes partidos nacionales.

El mensaje será repetido en los próximos días por el jefe de Finanzas de los laboristas, Ed Balls, y con el liberaldemócrata Danny Alexander.

Osborne quiso dejar claro que esta postura común supone que la unión monetaria está fuera de toda discusión, independientemente de quién ocupe el poder en Reino Unido tras las elecciones generales de 2015, y que la emisión de deuda escocesa sufriría "tipos de interés punitivamente más elevados" en caso de secesión.

Hundiendo las esperanzas de los nacionalistas de mantener la moneda, los políticos de Londres esperan socavar sus argumentos económicos en favor de la independencia, pero sus palabras fueron consideradas un acto de pánico por los independentistas.

"Hemos pasado en menos de una semana del bombardeo de amor de David Cameron al intento de acoso e intimidación", dijo la viceprimera ministra escocesa, Nicola Sturgeon.

"Esta es una decisión del pánico que se les volverá en contra de manera espectacular. A la gente no le gustará que los políticos de Westminster se unan para abusar de Escocia en decisión que se nos pide que tomemos en el referéndum".

DEUDA

Está por ver si estas palabras podrían influir en el alrededor del 20 por ciento de votantes que están aún indecisos.

"Para algunos, esta postura sobre la divisa da claridad, pero para otros podría ser visto como antagonista", dijo Alex Sanderson, que trabaja en una empresa de servicios profesionales en Edimburgo y tiene la intención de votar en contra de la independencia.

Sturgeon dijo que si Londres impide una unión monetaria, una Escocia independiente podría negarse a asumir su parte de los 1,2 billones de libras de deuda pública británica.

"La posición de Osborne es también un farol", dijo. "Les dejaría asumiendo la totalidad de la deuda británica".

El ministro dijo que la amenaza nacionalista de dejar su parte de la deuda supondría el castigo de unos tipos de interés más altos para una Escocia independiente, y agregó que es una "amenaza vacía".

"En ese escenario, los prestamistas internacionales mirarían a Escocia y verían un país naciente cuya única historia crediticia sería una enorme suspensión de pagos", afirmó.

/Por Belinda Goldsmith/

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