BRUSELAS (Reuters) - Responsables de seis empresas de energía renovables desafiaron el miércoles a las grandes eléctricas al abogar por un objetivo renovable más riguroso en la Unión Europea que ahorraría miles de millones en importaciones de hidrocarburos y crearía miles de empleos.
La Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE, propuso en enero reducir las emisiones de dióxido de carbono para 2030 a un volumen un 40 inferior con respecto a los niveles de 1990, además de fijar en el 26 por ciento el objetivo de producción eléctrica a partir de fuentes renovables.
Las seis empresas -Acciona Energía, Alstom, ERG, Enercon, RES y Vestas- dijeron públicamente en Bruselas que la UE debería en su lugar hacer vinculante un objetivo del 30 por ciento de energías verdes para todos los 28 países miembros.
Estas empresas se encuentran entre las 91 firmas y organizaciones que compiten con las grandes eléctricas, cuyo modelo de negocio se ha visto sacudido por la penetración de la energía renovable al calor del objetivo obligatorio de producir en 2020 el 20 por ciento de la energía eléctrica a partir de fuentes renovables.
Las empresas verdes argumentan que según muestran las cifras de la propia Comisión, un objetivo del 30 por ciento de producción renovable crearía 570.000 empleos adicionales y ahorrarían 260.000 millones de euros en importaciones de combustibles fósiles, en comparación el objetivo único de reducir las emisiones de CO2.
"Las renovables llegaron al mercado de manera perturbadora y hay una lucha entre los dos sectores", dijo Rafael Mateo, consejero delegado de Acciona Energía, la filial verde de la española Acciona, que se describe a sí misma como la única "utility" que depende totalmente de energía renovable.
Otras eléctricas tienen filiales de renovables, pero han invertido mucho en plantas generación a partir de gas natural, que en algunos casos se han visto forzadas a ponerse en standby porque el carbón barato, la debilidad del mercado de emisiones de CO2 y las primas a las renovables las han vuelto no rentables.
"La lucha se produce porque diferentes clases de activos no se encuentran en las mismas manos. La lucha entre ambas partes ha confundido a los reguladores", dijo Mateo.
Hans-Dieter Kettwig, director general del fabricante de aerogeneradores alemán Enercon dijo que las eléctricas tenían que ser "más proactivas" y "aceptar que ha llegado una nueva industria".
Ejecutivos de eléctricas como las alemanas E.ON y RWE y la francesa GDF Suez formaron el año pasado el denominado Grupo de Magritte Group para presionar por el final de los subsidios a las energías eólica y solar.
También querían mantener la generación por gas, que emite solo la mitad de dióxido de carbono que el carbón y que consideran necesaria para equilibrar la intermitente generación por renovables.
Con éxito hasta ahora, han presionado por un objetivo único en las emisiones con efecto invernadero, además de un sistema comunitario de emisiones de CO2 reforzado que ayude a los generadores a apartarse del carbón.
El sector renovable dice que la inversión en la red, necesaria en cualquier caso, puede alojar una mayor transmisión de energía verde y así el coste de subsidiar las renovables se compensaría con los ahorros conseguidos.
/Por Barbara Lewis/
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