MADRID (Reuters) - La española Acciona, una de las tradicionales constructoras españolas que en la última década viró con determinación hacia la energía renovable, podría estar a punto de registrar las primeras pérdidas anuales de su historia al verse obligada a reajustar el valor de sus activos por los cambios en la polémica legislación energética en el país, explicaron fuentes y analistas.
La compañía de origen familiar fue en cierta medida visionaria, al convertirse en la primera constructora nacional que diversificó lejos del sobrevalorado negocio del ladrillo antes de la dura recesión que empezó a dinamitar al sector desde 2008.
Mientras que otras competidoras como FCC, ACS o Sacyr tuvieron que enfrentar provisiones de depreciación y refinanciar deuda en sus distintas aventuras energéticas (FCC con una división nunca explotada de energía, ACS con una inversión ruinosa en Iberdrola y algunos activos energéticos con alta deuda y en venta desde hace años y Sacyr con una posición también difícil desde el punto de vista financiero en Repsol), ACCIONA (ANA.MC)fue capaz de presentar unos resultados saludables con su apuesta inequívoca como operador de energía renovable líder.
Pero lo que pareció ser una estrategia visionaria se ha vuelto recientemente un auténtico calvario al tener que someterse a un cambiante esquema regulatorio que en el último año ha merecido duras críticas al Gobierno e incluso demandas por parte de diversos operadores y grupos de inversión extranjeros.
El Gobierno español aprobará próximamente una nueva normativa que reducirá radicalmente y en algunos casos incluso eliminará las subvenciones a los parques eólicos.
Analistas estiman que la normativa tendrá un impacto anual de entre 200 millones y 250 millones de euros en el resultado bruto de explotación (EBITDA) del grupo controlado por la familia Entrecanales.
Este importe se sumaría a otro cargo anual de unos 170 millones de euros por otras modificaciones legislativas recientes, que incluyen nuevos impuestos a la generación y cambios tarifarios y que podrían llevar al grupo a territorio de pérdidas si finalmente decide reflejar los cambios con una depreciación de sus activos.
Acciona obtuvo un beneficio neto de 189 millones de euros en 2012 y un EBITDA de 1.431 millones de euros, un 80 por ciento de los cuales proviene de su negocio de la energía, mientras que gran parte del resto del negocio se obtiene con las actividades de energía y agua.
El grupo tiene que publicar sus resultados de 2013 antes del 28 de febrero.
"No hay duda de que la nueva regulación es dura para Acciona y podría forzar a un cargo por deterioro de activos que daría lugar a una pérdida neta ", dijo el analista de Intermoney, Álvaro Navarro.
Sin embargo, dado que el borrador del proyecto de ley que recortará la retribución de las energías renovables -que sería efectivo desde el pasado 14 de julio- todavía no está aprobado, Acciona podría tener que verse obligada a revisar sus cuentas de 2013 en una fase posterior, dijeron fuentes conocedoras del asunto.
Tanto Acciona como su auditor Deloitte declinaron hacer comentarios sobre el asunto.
ÁRNICA PARA LAS HERIDAS
Acciona tiene 4.500 megavatios de capacidad eólica en España que se verán afectados por las nuevas normas que eliminarán los subsidios a las instalaciones realizadas antes de 2005, que sólo recibirán el precio de la electricidad al por mayor.
Los activos instalados entre 2005 y 2008 recibirán el precio al por mayor más una remuneración separada que será menor de lo inicialmente prometido por el gobierno español, lo que implícitamente reduce el valor de los activos.
El valor del negocio de energía de Acciona al cierre de 2012 era de 9.730 millones de euros.
Las medidas propuestas, que suponen un recorte de 2.100 millones de euros a la subvención de la energía renovable, han sido criticadas por todos los actores de la industria "verde", pero particularmente por los operadores eólicos, que estiman que tendrán que asumir unos 1.200 millones de euros de recortes.
Sin embargo, el calvario de Acciona podría ser parcialmente compensado por unas nuevas reglas un poco más favorables en la energía generada con tecnología termosolar- donde también opera con 250 megavatios - y por los subsidios más altos a los parques eólicos instalados después de 2008, explicó Navarro.
"Además, la empresa podría compensar una potencial depreciación con plusvalías por la reciente venta de parques eólicos", dijo.
Dos fuentes con conocimiento del asunto dijeron que Acciona sigue activa en la búsqueda de compradores de negocios renovables rentables ya maduros en otros países para ingresar fondos.
Añadieron que otra opción viable sería tratar de atraer socios para invertir en proyectos internacionales o, incluso, en su negocio principal en España, una tarea que en el último año se ha visto muy dificultada por la sensación de inseguridad regulatoria.
El principal accionista del grupo es la familia Entrecanales con alrededor del 50 por ciento a través de dos fondos. Alrededor de una cuarta parte de los restantes accionistas son inversores extranjeros e institucionales y otra cuarta parte está compuesta por inversores domésticos.
Los títulos de Acciona han ganado 10 por ciento en lo que va del año, en línea con el índice de blue chip de España.
Acciona ya ha tenido que emitir bonos y renunciar al pago de dividendos- también por primera vez en la historia - para tratar de afianzar sus finanzas en espera de las nuevas reglas con las que el Ejecutivo pretende terminar con un déficit de tarifa de 30.000 millones de euros tras una década de mantener las tarifas por debajo de los costes regulados.
/Por Tracy Rucinski y Jose Elías Rodríguez