Los sobrecostes en las obras del Canal de Panamá no son las primeras cuentas que no encajan entre las grandes obras que ha licitado el gobierno panameño durante la legislatura de Ricardo Martinelli. De hecho, los últimos nueve grandes proyectos que ha financiado el Estado de Panamá han generado unos sobrecostes de 1.474,7 millones de dólares (unos 1.091 millones de euros al cambio de ayer), según los datos que recoge la web, martesfinanciero.com
La prensa local denomina a esta sucesión de incrementos en los presupuesto de las obras como la "fórmula de las adendas", que se ha utilizado a lo largo de los últimos cinco años en los proyectos más importantes de Panamá, que "se han terminado a base de adendas y, a veces, con sobrecostes injustificados".
El caso del consorcio liderado por la española Sacyr, que reclama a la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) unos sobrecostes de 1.600 millones de dólares, por un proyecto que se adjudicó por 3.118 millones para construir el tercer juego de esclusas, es sin duda el más desatinado de los que se han producido en los últimos años (ver gráfico adjunto).
La sucesión de este tipo de incrementos en la mayoría de obras públicas han llevado a Panamá a ocupar actualmente el puesto 102 sobre una lista de 175 países en la percepción de la corrupción entre la clase política (en 2012 ocupó el puesto 83), según un ranking de Transparencia Internacional, un organismo no gubernamental que supervisa y difunde crímenes corporativos y corrupción política en todo el mundo.
Sin embargo, los encarecimientos de última hora que afectan a los presupuesto no tienen por que ser sinónimo de corrupción o falta de transparencia. Así, Enrique Asensio, presidente de la Cámara Panameña de la Construcción (Capac) defiende el uso de las adendas, que es común en muchos países del mundo, asegurando que "son una herramienta para agilizar adjudicaciones", hacer modificaciones puntuales en los proyectos o introducir nuevas especificaciones.
Sin embargo, en Panamá el presupuesto de algunas obras se incrementa hasta un 300 por ciento, como es el caso de la carretera Panamá-Colón, cuya licitación inicial fue de 215,8 millones de dólares y que terminará costando 648 millones después de tres adendas: una de 50,9 millones en 2007, otra de 218,5 millones en 2010 y una última de 162,2 millones en 2012.
Próximas licitaciones
El embajador de Panamá en España, Roberto Eduardo Arango, aprovechó su intervención en el desayuno informativo que organizó ayer Executive Forum España en Madrid para dar un toque de atención a las empresa españolas, pidiéndoles que "afinen el lápiz" en los costes de las licitaciones.
Aun así, reconoció la calidad de la ingeniería española e invitó a las empresas a invertir en Panamá y a competir por los proyectos del plan de infraestructuras de 18.000 millones de dólares (unos 13.300 millones de euros) que el país centroamericano desarrollará en los próximos cinco años.
Además Panamá prevé una inversión de alrededor de 1.600 millones en la promoción de unos 1.000 megavatios eólicos, así como de 478 millones en dotaciones relacionadas con el turismo, e incluso una inversión adicional de unos 735 millones de euros en el Canal de Panamá.