El Ministerio de Industria remitió ayer a la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC) la propuesta de orden ministerial que fija la nuevas primas a las energías renovables y cogeneración, desglosadas en 1.400 estándares de instalaciones tipo con el objetivo de recortar 1.750 millones de euros a este sector.
Bajo este nuevo esquema, una de las tecnologías más perjudicadas es la eólica, ya que el 37 por ciento de esta potencia instalada en España se quedará sin incentivos.
Las compañías más afectadas son Acciona, Iberdrola y ACS, que cuentan en su cartera con instalaciones eólicas cuya puesta en marcha fue anterior a 2004, año que se ha fijado como baremo para determinar las instalaciones que no recibirán prima. Estas instalaciones sólo podrán recibir precio de mercado (pool) y hoy marca 23,44 euros por megavatio, frente a los 40 euros que ingresa actualmente esta tecnología.
No obstante, la memoria económica que acompaña esta orden también refleja otras instalaciones eólicas que pueden tener una mejora del 19 por ciento, aunque otras también experimentarán recortes de un 7,4 por ciento (ver gráfico).
El duro recorte aplicado a la eólica afectará a movimientos corporativos ya anunciados. Por ejemplo, ACS lleva años intentando vender instalaciones renovables, entre los que se encuentran parques eólicos bastante antiguos. Por su parte, Acciona quiere dar entrada a un socio en su filial verde. También hay que tener en cuenta el duro golpe a fondos o inversores individuales que compraron estos proyectos a promotores.
La Asociación Empresarial Eólica se mostró ayer muy beligerante con la nueva retribución. A su juicio, esta tecnología "carga con cerca del 67 por ciento del recorte al régimen especial", cuando este sector "sólo recibe un 27 por ciento de las primas". Esta patronal advirtió de que las empresas afectadas tendrán que ajustar el valor en libros de sus activos y se verán con problemas de caja para hacer frente a los créditos.
Por otro lado, la industria, a través de la cogeneración y de la biomasa, ha resultado especialmente perjudicada. En los ejemplos tipo se recogen recortes de hasta el 12 por ciento, aunque también alguna mejora para plantas específicas.
Por su parte, en los distintos escenarios para fotovoltaica hay un caso con recortes del 7 por ciento y otros incluso con mejoras retributivas de hasta el 9 por ciento.
La cara de la moneda la pone la energía termosolar, donde en el peor de los casos la retribución cae un 5,9 por ciento, frente a aumentos del 10,6 por ciento para las instalaciones más favorables.
Por contra, desde Protermosolar aseguraron a este diario que en general la nueva remuneración deja las centrales termosolares por debajo del 7,5 por ciento de rentabilidad. En los últimos meses, varios fondos internacionales con intereses en termosolar han abierto un arbitraje internacional contra España.
En líneas generales, la nueva normativa pretende fijar una retribución del 7,398 por ciento, que equivale a las obligaciones del estado a 10 años (4,398 por ciento) y el diferencial previsto de 300 puntos básicos.
La nueva regulación fija 806 instalaciones tipo para la cogeneración, 576 para la fotovoltaica, 23 para la eólica o 18 para la termosolar. El Ministerio pone como ejemplos plantas de diferentes potencias, de tecnología o alimentadas con distintos combustibles.
También se aprueban vidas útiles para las instalaciones, con el fin de determinar los años en los que seguirán recibiendo incentivos. A la cogeneración se le asigna 20 años, a las termosolar 25 años y a la fotovoltaica 30 años. Este esquema será modificado en seis años, aunque habrá revisiones a los tres años para ajustar posibles variaciones.