Empresas y finanzas

"El flujo de crédito nuevo crecerá el año próximo por encima del 10%"

"La CAM para nosotros fue una gran oportunidad que nunca hubiéramos imaginado que podríamos tener. Siempre pensamos que las cajas de ese tamaño, en el momento que entraran en crisis, iban a ser adquiridas por los grandes. Todavía hoy nos preguntamos cómo pudo pasar". Jaime Guardiola, consejero delegado del Sabadell, explica así la operación que supuso un salto cualitativo para su entidad.

Un banco que ha multiplicado su cuota durante la crisis a golpe de adquisición y que ahora se plantea reinventarse con un nueva estrategia.

Según las líneas maestras del plan Triple, presentado ayer a 1.500 directivos, Sabadell se centrará en los tres próximos años en ganar rentabilidad, en transformar su relación con el cliente y en sentar las bases de una futura internacionalización, Un proceso que, según marca el plan, llevará a triplicar los resultados en el periodo 2014-2016. Será una especie de revolución silenciosa, porque el Sabadell se olvidará de las compras durante tres años para recuperar la rentabilidad de antes de haber digerido la CAM o Penedés, y como parte de esa determinación se adaptará al perfil del cliente, con el objetivo de lograr menores costes de gestión y aumentar su vinculación.

Tampoco renunciará a la captación de clientes, allí donde las cuotas se alejan del que corresponde a su nuevo tamaño, y por ello Madrid será una especie de banco de pruebas, donde pugnará con sus otros competidores a fuerza de anticipar lo que se adivina en una sociedad cada vez más tecnológica: una relación multicanal con el banco, muy alejada de la basada en la presencia física del cliente en la sucursal.

"Al cierre de oficinas por el proceso de concentración le vamos añadir en el medio plazo cada banco otro ajuste de sucursales por el cambio del consumidor, para adaptarnos en costes a este nuevo modelo de distribución".

¿Y el gestor comercial?

No va a desaparecer, al contrario, es la pieza básica de la relación con los clientes de valor. Lo que pasa que en vez de estar en la sucursal tendrá acceso a los clientes por medio de otros canales, incluso a través de whatsapp. Será un modelo con un cambio de enfoque basado en el gestor desplazado y en la tecnología.

¿Se plantea el Sabadell hacer compras fuera de España?

Lo que tenemos que hacer es construir un proceso de aprendizaje. Ya tenemos Miami, que funciona muy bien, y ahora se incorpora la asociación con Gilinski, tenemos presencia en México como resultado de lo heredado de la CAM y nuestra experiencia con Bajío. Allí estamos a punto de crear una sofom (sociedad financiera de objeto múltiple) para abrir un libro de créditos. Con todo esto se construye una base, y cuando la actividad se haya normalizado y se esté creciendo a un ritmo normal, las dotaciones estén a niveles razonables, el banco haya recuperado resultados de forma notable y la acción se haya colocado en un nivel acorde a esos resultados será el momento de la internacionalización.

¿Y cuando todo esto ocurra en España, qué cuota de mercado tendrá el Sabadell?

En los últimos años el banco se ha multiplicado casi por tres. Nos hemos ido de una cuota del 2,6 por ciento al 7,7 por ciento, y nos hemos marcado un 9,5 por ciento, contando depósitos y créditos. El banco se ha hecho muy grande, pero la rentabilidad ha bajado, por varios factores; la baja dinámica de crecimiento de la economía, el desapalancamiento y también porque hemos comprado un trozo de la tarta que tenía menos rentabilidad y lo que el mercado espera, los analistas nos exigen y lo que dará valor a la acción es que converja la rentabilidad de lo que hemos adquirido con la original del Sabadell.

¿Y no se corre el riesgo mientras de dejar pasar alguna oportunidad en el exterior?

Crecer por crecer no tiene sentido. El Sabadell no puede hoy hacer operaciones corporativas significativas fuera de España porque su moneda de pago, que son las acciones del Sabadell, en relación al valor en libros, están bajas y si tengo que comprar, por ejemplo, un banco latinoamericano, que cuestan como dos veces el valor en libros, provoco una gran dilución a mis accionistas.

¿Las tensiones independentistas en Cataluña pueden afectar al Sabadell, traducirse en su negocio?

No, nosotros no lo notamos. Somos un banco español, bajo la jurisdicción del Banco de España y de la Unión Europea, es nuestra naturaleza. Tenemos una implantación territorial grande en España, con el 60 por ciento o más del negocio fuera de Cataluña, con más empleados no catalanes que catalanes. Siempre decimos que el banco no tiene opinión política porque es un negocio de 200.000 accionistas, muchos más no catalanes que catalanes, y no me atrevo a representar políticamente ni a uno solo de ellos. Lo que sí decimos es que hay que propiciar espacios de acuerdo.

Tras la compra en Miami, ¿Se descartan en el corto plazo otra operaciones con sus dos nuevos socios internacionales?

Tienen perfiles diferentes. David Martínez es un inversor más financiero. Lo que nos da contar con un inversor de estas características es que en México todo el mundo esté más pendiente de nosotros. Gilinski, con su grupo, en el largo plazo tal vez se pueda hacer algo. Está presente en países como Colombia o Perú que son muy atractivos para la inversión por su alto potencial de crecimiento.

¿Le preocupa que Draghi haya hablado de estresar la deuda pública, con el peso del 'carry trade' en las entidades?

La tenencia de deuda y de fondos europeos están bajando a ritmos altísimos en los jugadores importantes. Creo que lo que está pidiendo Draghi es lo que está haciendo la banca hoy. Y ahora que estamos en la fase de salida, que no haya entidades proactivas en construir libros de deuda pública. Ahora bien, el BCE ha propiciado el carry trade. Primero, para buscarle salida a la deuda pública y, segundo, para reconstruir con el carry trade el capital de los bancos que habían quedado tocados con la crisis y después, cuando empezara la normalidad y bajen los tipos, hacer ROF (resultados de operaciones financieras) con las ventas de deuda. Lo que sí está diciendo Draghi es que está dispuesto a dar liquidez siempre y cuando le acrediten que esa liquidez va al mercado.

Pero que se abra el grifo del crédito parece una tarea complicada

Yo creo que vamos a ver crédito. El flujo de crédito nuevo va a estar creciendo por encima del 10 por ciento en 2014, aunque el stock caerá y la inflexión se producirá en 2015. Pero el nuevo crédito está creciendo y en actividades productivas de forma clara. Se va a producir con normalidad ese resurgir del crédito. En 2014, 2015 y 2016 vamos a ver crecimiento económico, la estructura de endeudamiento privado son niveles altos pero no exagerados con respecto a la media de otros países europeos. El tiempo va a ir quitando esta presión.

¿Piensa que la recuperación en España ya es irreversible?

El cambio de signo es inequívoco. Ahora bien, la velocidad va a depender de si se sigue insistiendo en la agenda reformadora. El Gobierno todavía no ha acometido la reforma del sector público. Han bajado costes que no tienen nada que ver con la gestión, como el retraso en una paga a los funcionarios. ¿Cómo puede ser que todas las empresas en los últimos años hayan ajustado costes para ofrecer el mismo producto y en el sector público hayan crecido? Significa que no hay criterios de gestión. Yo creo que esta reforma es un gran reto de este país.

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