Empresas y finanzas

Pescanova se encomienda a Damm, pero la banca estudia tomar el control

El consejo de administración de Pescanova ha elegido la oferta presentada por el consorcio formado por Damm y los fondos Luxempart, KKR y Ergon Capital -éste último controlado por el inversor belga Albert Frère- como la "más adecuada" para dirigir el proceso de recapitalización de la firma y asegurar su viabilidad futura. Este consorcio se impone así a Centerbridge, York Capital y Blue Crest, pero la salvación de la compañía no está ni mucho menos garantizada.

Demetrio Carcelller, el presidente de Damm, ha presentado dos ofertas distintas, con quitas de entre el 90 y el 92 por ciento en el ámbito nacional y sin descuento en la parte internacional, dejando la media en torno al 80 por ciento, que no han sentado nada bien a la banca acreedora de la compañía. Fuentes financieras consideran que las ofertas presentadas son "de mínimos, a partir de la que cual se deberá negociar, ya que de lo contrario los acreedores podrían no aceptarla". Los bancos acreedores calculaban una quita en Pescanova de poco más del 70 por ciento y nunca superior al 80 por ciento, por lo que la propuesta de la cervecera supera sus peores previsiones.

Malestar entre los acreedores

El malestar entre los bancos es tan alto que, según confirman las fuentes financieras consultadas, se están planteando incluso "tomar directamente la gestión de la compañía". En su propuesta, Carceller se hace con el 51 por ciento del capital de Pescanova y propone capitalizar deuda para que los banco controlen el 49 por ciento restante. "Si las condiciones son éstas, la banca podría buscar el dinero necesario para reflotar la empresa y contratar unos gestores para dirigir la nueva etapa", señalaron las mismas fuentes. De hecho, la banca ya ha sondeado a algunos fondos de inversión para que aporten la liquidez necesaria y así evitar una inyección directa de la banca en el capital de la compañía.

La banca no es, en cualquier caso, el único obstáculo con el que se puede encontrar Damm. Por un lado están también los accionistas minoritarios, que van a perder toda su inversión -se va a llevar a cabo una operación acordeón que supone reducir el capital a cero para volver a ampliarlo- y han anunciado ya que están estudiando acciones legales.

Los minoritarios

En su propuesta, la compañía catalana plantea compensarles de alguna manera, pero no da ningún detalle más y no parece una tarea nada fácil. Asimismo, otra de las grandes trabas con las que se puede encontrar Damm para retomar el rumbo de Pescanova es la posible pérdida de su negocio chileno.

La dirección del gigante pesquero tiene previsto intensificar a partir del próximo lunes las negociaciones con el síndico Herman Chadwick, administrador concursal de Pesca Chile, para frenar el proceso de venta de la empresa, que el juez, en cualquier caso, ha aceptado congelar ya "temporalmente".

Deloitte, el administrador concursal de Pescanova, teme que si pierde esta pata de su negocio, que aporta 200 millones a la facturación y el 30 por ciento del ebitda, pueda verse arrastrada a la liquidación. Tanto el plan de viabilidad elaborado por PwC como las líneas maestras del futuro convenio de acreedores no contemplan en ningún caso, de hecho, el futuro de la compañía sin Chile. Pescanova pugnará en su objetivo de no perder la filial con las ofertas de los gigantes Marine Harvest (Noruega) y Cooke Aquaculture (Canadá), a las que se ha sumado Fidelity.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky