Las ventas de muebles en el mercado nacional han descendido alrededor de un 20 por ciento en el primer trimestre de 2008 en relación al mismo periodo del año anterior, como consecuencia de la desaceleración económica.
Así lo ha manifestado hoy a EFE el secretario general de la Federación Española de Empresarios del Mueble (Federmueble), Francisco Pons, tras la presentación a los empresarios alicantinos del programa de la cuarta edición del Congreso de Diseño e Innovación del Mueble, que se celebrará el próximo 5 de junio en Murcia.
Pons, quien no ha aportado las cifras concretas de las ventas, ha indicado que la venta de muebles de diseño clásico ha caído más que las del mobiliario moderno.
"Crisis de confianza"
En su opinión, el descenso de las ventas está motivado por una "crisis de confianza de los consumidores", derivada de la recesión económica y de la desaceleración en el sector de la construcción.
Según ha indicado, en los últimos diez años la venta de productos de la madera, concretamente muebles, ha perdido peso en el gasto de los consumidores.
"Los particulares consideran que hay otros gastos preferenciales", ha señalado el responsable de Federmueble, quien añade que se tiende a adquirir "muebles más baratos y de muy baja calidad".
Por ello, ha abogado por reorganizar el sector e implantar un modelo de negocio "más comercial", en que el diseño "no sólo sea una parte de la vivienda sino un todo integrado, capaz de ofrecer comodidad, salud, calidad y economía con el fin de que su usuario se sienta cómodo".
"A un precio económico"
A su juicio, el reto de la industria pasa por "hacer un buen diseño", enmarcado en modelos lineales, funcionales y modernos, "a un precio económico", lo que permitiría influir en la tendencia del consumo en España.
Esta reorganización del sector pretende que el interiorismo se considere como una tendencia más de la moda, lo que implicaría un mayor consumo de mueble.
De hecho, los españoles cambian de muebles con una periodicidad media de 12 años, cuatro años más que entre los consumidores de países centroeuropeos.
Otro aspecto que ha apuntado es la necesidad de que los empresarios innoven y busquen nuevas líneas de consumo dirigidas a satisfacer otras demandas, como mobiliario urbano, centros sanitarios y de tercera edad, o aeropuertos, entre otros.
Respecto al sector de la construcción, Pons ha afirmado que los productores españoles de madera tendrán que readaptarse a la actual situación e intensificar la presencia en los mercados internacionales, donde ya en el primer trimestre del año las ventas españolas de mueble han aumentado un 15 por ciento.
